MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) - Una protesta con motivo del asesinato del presidente municipal de Uruapan, en el estado mexicano de Michoacán, Carlos Manzo, amenazado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ha resultado este domingo en la irrupción de manifestantes en el Palacio de Gobierno estatal, situado en la capital, Morelia, provocando destrozos en su interior.
En una manifestación inicialmente pacífica, múltiples individuos han terminado por destruir las puertas de la sede del Gobierno de Michoacán e irrumpir en las oficinas centrales destruyendo cristalería, muebles y otros elementos, además de realizar pintadas en contra del gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, según ha recogido el diario mexicano 'El Sol de Morelia'.
El grupo que entró en el complejo pertenecía al conjunto de cerca de 400 manifestantes reunidos en la plaza Jardín Morelos para exigir justicia para Manzo antes de disiparse, en su mayor parte, tras comenzar los disturbios.
Antes de ello, han exigido la dimisión del mandatario de Michoacán por no haber proporcionado al edil el apoyo en materia de seguridad que había pedido, una actitud que el dirigente ya había comprobado unas horas antes, al abandonar el funeral del presidente municipal de Uruapan con escolta y entre insultos de "asesino" y "delincuente", según ha recogido el portal de noticias mexicano Animal Político.
Tras repeler con gas lacrimógeno y balas de goma a los involucrados en la irrupción, las autoridades han colocado una valla en las instalaciones vulneradas y el secretario de Gobierno, Raúl Zepeda Villaseñor, ha indicado en declaraciones recogidas por 'La Voz de Michoacán' que el edificio gubernamental ya ha sido asegurado.
"El Gobierno del Estado mantendrá siempre una apertura al diálogo y al respeto, pero no tolerará actos que atenten contra el orden público ni contra los bienes que pertenecen a todos los michoacanos", ha enfatizado en un mensaje en el que ha señalado que las autoridades ya han localizado a los manifestantes que entraron en el Palacio.
EL SECRETARIO DE SEGURIDAD DEFIENDE LA PROTECCIÓN DESPLEGADA A MANZO
Manzo recibió hasta seis disparos y fue trasladado aún con vida en una ambulancia al Hospital Fray Juan de San Miguel, donde murió. También resultó herido otro político, Víctor Hugo, quien se encuentra fuera de peligro, mientras que uno de los agresores fue abatido en el lugar de los hechos, el centro de Uruapan, que fue desalojado tras el tiroteo.
A este respecto, el secretario de Seguridad mexicano, Omar García Harfuch, ha informado a los medios de comunicación, en una rueda de prensa celebrada este domingo acerca de la investigación en curso, en el marco de la cual se han requerido grabaciones de comercios y particulares en la zona y se ha entrevistado a varios testigos.
Asimismo, ha abordado el dispositivo de seguridad que protegía a Manzo, tema central de las protestas contra las autoridades de Michoacán. "Su seguridad inmediata era proporcionada por la Policía Nacional y de su confianza y la Guardia Nacional asignó 14 elementos para apoyarlos con la seguridad periférica, conforme a la petición del presidente municipal", ha declarado, lamentando que "los agresores aprovecharon la vulnerabilidad de un evento público para perpetrar el ataque".
"Tengan la certeza de que no habrá impunidad, llegaremos hasta las últimas consecuencias para que este acto cobarde sea plenamente establecido y todos los responsables sean detenidos", ha prometido.