​Ciberseguridad satelital: el nuevo desafío en la infraestructura empresarial

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El espacio dejó de ser una frontera distante para convertirse en una parte esencial de la infraestructura tecnológica global, y Chile forma parte de esta transformación. Cada vez más empresas incorporan soluciones satelitales para asegurar eficiencia y continuidad operativa. Desde sistemas GPS que permiten la operación de camiones autónomos en la minería, el uso de Starlink por parte de compañías forestales para gestionar sus viveros, hasta el empleo de teléfonos satelitales por empresas eléctricas para mantener la comunicación en zonas aisladas con sus equipos.


Esta dependencia tecnológica no solo es una realidad presente, sino también una promesa de futuro. La red satelital será clave en la innovación de sectores como la telemedicina, la educación a distancia y los procesos agropecuarios. Sin embargo, esta evolución trae consigo nuevos riesgos que no pueden ser ignorados por nadie.


Durante años, se consideró que las redes satelitales eran infalibles y seguras. Pero los últimos acontecimientos han demostrado lo contrario. Un ejemplo claro fue el ciberataque a la red Viasat KA-SAT en febrero de 2022, en el contexto de la invasión rusa a Ucrania que tuvo como objetivo principal interrumpir las redes de comunicación militar ucranianas, causando la pérdida de servicio de miles de usuarios en Ucrania e interrumpió el internet satelital en Europa y desactivó los sistemas de telemetría de más de 5.800 aerogeneradores en Alemania.


Este tipo de eventos pone en evidencia la interconexión entre los sistemas terrestres y orbitales, y la necesidad urgente de incorporar la ciberseguridad satelital en la estrategia empresarial. ¿Cómo actuar frente a esta amenaza emergente?


Primero, es fundamental reconocer que los servicios satelitales representan un riesgo con probabilidad media, pero con un impacto potencialmente muy alto. Por ello, deben ser considerados como proveedores críticos dentro de la cadena de suministro, y protegidos como tal.


Segundo, es necesario integrar escenarios de pérdida de conectividad satelital en los planes de continuidad del negocio. Esto implica diseñar operaciones alternativas que permitan mantener la actividad ante una eventual interrupción del servicio.


Finalmente, se debe fomentar una cultura de resiliencia tecnológica, que contemple arquitecturas seguras, segmentadas y tolerantes a fallos. La seguridad debe incluir monitoreo continuo, detección de anomalías y respuesta automatizada ante incidentes.


Y es que el espacio ya no está “allá arriba”, sino acá. Está presente cada decisión estratégica, en cada proceso operativo. Y protegerlo es parte esencial de construir negocios resilientes en un mundo cada vez más interconectado.


Claudio Ordoñez

Director Ciberseguridad PwC Chile

europapress