Durante las celebraciones de Fiestas Patrias, los trabajadores enfrentan factores que alteran profundamente su descanso: trasnoches, consumo de alcohol, cambios en los horarios de trabajo y viajes prolongados. Estas costumbres favorecen la acumulación de fatiga y somnolencia diurna excesiva, identificada como causa crítica de accidentes laborales y de trayecto. Dormir menos de seis horas por varias noches consecutivas reduce la vigilancia sostenida y la capacidad de tomar decisiones, aumentando la probabilidad de incidentes en faenas críticas y en la conducción. En Chile, un 28% de los accidentes laborales corresponden a trayecto, y la somnolencia puede triplicar el riesgo de siniestros viales, donde el 66% de las muertes laborales están relacionadas con colisiones.
La apnea obstructiva del sueño (AOS) constituye un riesgo adicional. A nivel mundial, afecta entre 4% y 30% de la población adulta, mientras que en Chile la Encuesta Nacional de Salud estimó que el 49% de los adultos presentan apnea leve y el 16% moderada a severa. Entre conductores profesionales, uno de cada tres presenta AOS moderada o severa. La apnea no diagnosticada y no tratada multiplica entre tres y seis veces el riesgo de accidentes de tránsito, siendo responsable de hasta el 7% de los siniestros en hombres, y también duplica el riesgo de errores y accidentes laborales. Entre los síntomas de alerta destacan el ronquido fuerte, las apneas presenciadas, la somnolencia diurna, la fatiga, la falta de concentración y la hipertensión. Instrumentos como la escala de somnolencia de Epworth o el cuestionario STOP-Bang son recomendados para el tamizaje preventivo.
Las consecuencias psicosociales de la fatiga digital y del sueño insuficiente incluyen ansiedad, insomnio, “niebla mental” y mayor probabilidad de absentismo y baja productividad. En este contexto, las empresas tienen la oportunidad de implementar sistemas de gestión de fatiga, ajustando turnos, estableciendo pausas, fomentando reportes de cansancio y aplicando protocolos de derivación rápida en casos sospechosos de AOS. Además, en Fiestas Patrias, la educación preventiva cobra especial relevancia: dormir al menos siete horas previas a un viaje, no conducir bajo efectos del alcohol, realizar pausas de al menos 15 minutos cada dos horas y compartir la conducción en trayectos largos.
El tratamiento de la apnea con CPAP (presión positiva continua en la vía aérea) ha demostrado reducir en un 70% el riesgo de colisiones, mejorando al mismo tiempo la calidad de vida y la productividad. El mensaje clave es claro: la somnolencia por no dormir adecuadamente y por trastornos del sueño como la apnea del sueño no tratada es un problema de seguridad pública. Su diagnóstico y tratamiento oportuno no solo salvan vidas, sino que también contribuyen a la seguridad vial y laboral, especialmente en periodos de celebraciones masivas como Fiestas Patrias.
Dra. Carmen Archila García, miembro de la Sociedad Chilena de Medicina del Trabajo (SOCHMET).