Las emisiones mundiales de metano siguen aumentando de forma constante y sin indicios de desaceleración, ya que el comercio contribuye al 30 % de este gas invernadero que circula por el planeta, según un nuevo estudio.
A medida que cambian los principales patrones comerciales, las transacciones Sur-Sur dominan ahora las cadenas de suministro globales, y los países en desarrollo participan cada vez más en ellas. Asia y la región en desarrollo del Pacífico emergen como los mayores contribuyentes a las emisiones globales de metano, impulsadas por la rápida industrialización y el crecimiento demográfico.
Al publicar su investigación este 3 de septiembre en Nature Communications, un equipo internacional liderado por investigadores de las Universidades de Birmingham y Groninga ofrece el análisis más completo hasta la fecha de las emisiones de metano en 164 países y 120 sectores entre 1990 y 2023.
Con un potencial de calentamiento global 80 veces mayor que el del CO2 durante un período de 20 años, la mitigación del metano ofrece una oportunidad crucial para frenar el cambio climático a corto plazo.
SOLO CAEN EN LOS PÁISES DESARROLLADOS
Los investigadores descubrieron que solo los países desarrollados han reducido las emisiones de forma consistente, manteniendo al mismo tiempo el crecimiento económico, principalmente mediante una mayor eficiencia productiva.
Citado por Eureka Alert, el autor principal, el profesor Yuli Shan, de la Universidad de Birmingham, comentó: "El metano tiene una vida atmosférica corta, lo que significa que las reducciones actuales pueden tener un impacto inmediato. Nuestros hallazgos subrayan la necesidad de una acción global coordinada, especialmente en las regiones en desarrollo, donde las emisiones aumentan con mayor rapidez".
El estudio destaca la producción de fertilizantes como un sector clave para la acción, y también exige estrategias sectoriales específicas, como la detección avanzada de fugas en la extracción de petróleo y gas, la mejora de las formulaciones de piensos para el ganado y la optimización de las prácticas de gestión de residuos. Asimismo, aboga por opciones de consumo más inteligentes, como la reducción del consumo de carne roja, que se ha vinculado a las altas emisiones de metano.
CADENAS DE SUMINISTRO
El coautor correspondiente, el profesor Klaus Hubacek, de la Universidad de Groningen, comentó: "Este estudio proporciona una hoja de ruta para que los responsables políticos integren el metano en las estrategias climáticas nacionales. No se trata solo de dónde se producen las emisiones, sino también de por qué, y eso requiere examinar toda la cadena de suministro".
Utilizando el último conjunto de datos de cuentas comerciales y ambientales mundiales, los investigadores descubrieron que el comercio mundial es responsable de aproximadamente el 30 % de las emisiones de metano. Los cambios en los patrones comerciales han provocado un aumento de las emisiones en los países en desarrollo, que a menudo carecen de la eficiencia tecnológica de sus homólogos desarrollados.
Si bien el crecimiento económico y los cambios en los patrones de consumo han impulsado los aumentos, las mejoras en la eficiencia energética y las tecnologías de producción más limpias han ayudado a compensar parte de este crecimiento. Entre 1998 y 2023, los coeficientes promedio globales de emisiones de metano se redujeron casi un 67%, lo que refleja un progreso tecnológico significativo.
El metano ha contribuido aproximadamente en un 30% al calentamiento global desde la era preindustrial. A diferencia del CO2, el metano tiene una vida atmosférica más corta, lo que convierte su reducción en una solución climática de rápida acción. También contribuye a la contaminación atmosférica, causando alrededor de un millón de muertes prematuras al año.