​Paridad de género en los directorios chilenos

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Felipe Arenas



El pasado 23 de julio se aprobó en el Congreso Nacional la ley “Más Mujeres en Directorios”, una iniciativa que busca aumentar significativamente la participación femenina en las sociedades reguladas por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF). Esta normativa, ingresada al debate legislativo a fines de 2022, culminó su tramitación tras tres años de discusión parlamentaria, situando a Chile en sintonía con países desarrollados como Noruega, Francia, Bélgica y Alemania, donde la equidad de género en la alta dirección corporativa es ya una realidad en la gobernanza de sus organizaciones.


La ley contempla una implementación gradual, estableciendo que, en un plazo de seis años desde su promulgación, los directorios deberán contar con una composición que no exceda el 60% de integrantes de un mismo género, garantizando al menos un 40% de participación femenina o masculina. Esta exigencia se aplicará a las sociedades anónimas abiertas y a las sociedades de fines especiales bajo la supervisión de CMF, entidad que será responsable de fiscalizar su cumplimiento.


En retrospectiva, la evolución normativa en Chile en materia de género y gobiernos corporativos ha transitado por una etapa de autorregulación voluntaria a regulación obligatoria. Desde el ingreso del país a la OCDE en 2009, se promovieron medidas de adopción voluntarias a través de normativas emitidas por la entonces Superintendencia de Valores y Seguros, hoy Comisión para el Mercado Financiero,  como la Norma de Carácter General N°341 (2013), N°385 (2015) y N°461 (2021). Sin embargo, tal como señalan diversos estudios académicos nacionales e internacionales, estas medidas voluntarias no lograron un avance significativo en la inclusión de mujeres en los directorios, revelando la limitada efectividad de las políticas no vinculantes. En contraste, la fijación de cuotas de género ha demostrado ser, a nivel internacional, el mecanismo más eficaz para lograr avances concretos en esta materia.


En este sentido, el VI Reporte de Indicadores de Género en las Empresas Chilenas, publicado en marzo de 2025, indica que la participación femenina en los directorios ha superado el 20%. No obstante, el gran desafío actual es duplicar esa cifra, aspirando a una representación mínima del 40% y ojalá paritaria en el horizonte establecido por la ley. Para ello, se prevé un aumento sostenido en la designación de directoras en las sociedades anónimas abiertas, lo cual debiera ir acompañado de una política activa que favorezca la inclusión de mujeres con perfiles diversos en edad y formación profesional, como también considerando la representación de accionistas minoritarios, mediante la figura de Director Independiente.


Los beneficios de estas medidas están ampliamente documentados. A nivel internacional, la incorporación de mujeres en los directorios ha fortalecido los procesos de toma de decisiones, incrementado la transparencia organizacional, elevando los estándares de control interno y mejorado los reportes e indicadores relacionados con los criterios ESG. Todo ello cobra especial relevancia en un contexto donde la sostenibilidad y la rendición de cuentas, sobre todo por temas medioambientales, han pasado a ocupar un lugar prioritario en la agenda de los directorios.


En definitiva, la promulgación de la ley “Más Mujeres en Directorios” posiciona a Chile como referente regional en materia de equidad de género y gobierno corporativo, alineando su legislación con las mejores prácticas internacionales. Desde cualquier perspectiva, esta ley constituye un avance significativo hacia una mejor y más representativa del mercado de valores nacional.


Felipe Arenas Torres,

Doctor en Administración de Empresas,

Magíster en Contabilidad y Auditoría,

Académico Facultad de Economía y Negocios,

Universidad de Talca, Chile

europapress