El director general de Farmaindustria, Juan Yermo, ha advertido de la pérdida de competitividad que está teniendo Europa en innovación farmacológica respecto a China y Estados Unidos, que puede intensificarse en los próximos 10 años si no se actúa, y donde el "principal perjudicado" será el paciente, que pasará a depender de la investigación que hagan otras regiones, "bajo sus condiciones y precios".
Según ha referido Yermo este lunes en la inauguración de la XII Jornada Somos Pacientes, celebrada bajo el lema 'Medicamentos que mejoran vidas: la innovación que viene', el momento actual es de "alta tensión" y "convulsión internacional", pero también de "oportunidad para corregir", a través de la regulación europea y nacional, para incentivar la investigación y la innovación.
En este punto, ha aludido a la legislación en la que trabaja la Unión Europea (UE), como es la normativa de biotecnología o la estrategia de ciencias de la vida que se está perfilando. En el contexto español, ha apuntado a la reforma de la Ley del Medicamento, en marcha, y a la Estrategia de la Industria Farmacéutica, aprobada por el Gobierno en diciembre del pasado año.
Asimismo, ha destacado que se está viviendo una "auténtica revolución" biomédica, tecnológica, en secuenciación genética, en la aplicación de la inteligencia artificial (IA) y en todo lo relacionado con la prevención, diagnóstico y tratamiento, que va a contribuir a mejorar la forma en que se cuida a los pacientes y la vida y bienestar de todas las personas.
Para que España saque el máximo partido a esta revolución, algo que "puede y debe" hacer, Yermo ha señalado que son necesarios compromiso, confianza y colaboración entre lo público y lo privado. Sobre esto último, ha enfatizado que el "trabajo conjunto" entre pacientes, profesionales sanitarios, industria, instituciones y administraciones públicas servirá de "guía" para lograr un sistema sanitario "más eficiente, más humano, más equitativo y mejor preparado para los retos del futuro".
"Necesitamos fortalecer ese liderazgo español en ensayos clínicos, como están haciendo a través de incentivos otros países como Alemania. Tenemos que garantizar, como digo, ese acceso temprano, que otra asignatura pendiente que tiene España. Y tenemos que preservar y promover ese tesoro que tenemos en España, que es un tejido industrial muy potente que nos hace el tercer país en Europa en cuanto a plantas de producción de medicamentos", ha instado haciendo hincapié en el compromiso de Farmaindustria en estos aspectos.
NUEVAS TERAPIAS EN EL HORIZONTE
En una primera mesa de debate, tres representantes de los ámbitos regulador, médico y de pacientes han expuesto sus perspectivas sobre las innovaciones que van a llegar en los próximos años y el papel que deben jugar profesionales sanitarios y organizaciones de pacientes en la evaluación de estas novedades.
La representante de la división de Farmacología y Evaluación Clínica de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) y miembro del Scientific Advice Working Party (SAWP) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) Rosalía Ruano ha subrayado que la "gran innovación" viene de la mano de las terapias avanzadas, como la terapia génica, la terapia celular somática y la ingeniería de tejidos.
El especialista en Medicina Interna Javier García Alegría, expresidente de la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (FACME), ha expresado el "gran interés" y "esperanza" con los que los profesionales sanitarios viven este momento de "revolución" en materia de innovación diagnóstica y terapéutica.
Desde su perspectiva, las novedades en este campo pueden beneficiar sobre todo a patologías que no disponen de ningún tratamiento y para las que los tratamientos son ineficaces, como la mayoría de enfermedades genéticas monogénicas, enfermedades neurodegenerativas, inmunitarias, cáncer, y otras prevalentes en países menos desfavorecidos, como la malaria, enfermedad de Chagas o tuberculosis multirresistente, así como las bacterias multirresistentes a las que se enfrentan los países occidentales.
García también ha reclamado la participación de los médicos en el proceso de desarrollo de los fármacos, desde la identificación de lagunas de conocimiento, áreas terapéuticas y, por tanto, el perfil de pacientes, hasta la evaluación posterior, a través del seguimiento y los estudios en vida real.
Por su parte, el vocal de la Junta Directiva de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) y presidente de la Federación Española de Fibrosis Quística, Juan Da Silva, ha resaltado que los pacientes viven este momento con "mucho optimismo", ya que cada día reciben una noticia nueva de algún tratamiento.
En este punto, ha aseverado que las organizaciones de pacientes deben tener mayor presencia y participación activa en los procesos de evaluación y toma de decisión sobre las novedades que vienen y recibir 'feedback' al respecto. "Participamos en muchas de las fases y muchas veces echamos de menos ese 'feedback' posterior de si realmente el trabajo y las aportaciones que realizamos durante a lo mejor meses o incluso años han servido de algo", ha explicado.
DESAFÍOS EN INVESTIGACIÓN CLÍNICA
Tras ello, una segunda mesa redonda ha debatido acerca de la evolución que han experimentado los ensayos clínicos en los últimos años y cuál es el futuro, atendiendo a los retos que deben afrontarse.
El responsable de la Unidad Central de Investigación Clínica y Ensayos Clínicos (UCICEC) del Hospital La Paz, Alberto Borobia, ha detallado que la pandemia propició la evolución de la investigación clínica con la introducción de elementos que facilitan la participaciones de pacientes en ensayos, como la monitorización remota, la telemedicina o el uso de datos en tiempo real.
Aun así, hay desafíos que necesitan atención, como es la diferencia entre comunidades autónomas en la participación en ensayos. La directora de Investigación Clínica y Traslacional de Farmaindustria, Amelia Martín Uranga, ha explicado que en España hay una alta concentración de la investigación clínica en Madrid y Barcelona que debe revertirse para garantizar la equidad.
En este sentido, ha indicado que ya hay iniciativas en marcha, como la convocatoria de unidades de ensayos clínicos, que está permitiendo crear 12 nuevas unidades en regiones donde habitualmente no se ha hecho investigación clínica, así como mejorar e incrementar las capacidades de otras 15 unidades de ensayos clínicos.
Para terminar, los ponentes de la mesa han hecho hincapié en la necesidad de generar cambios en el diseño de los ensayos clínicos para asegurar la participación de los pacientes en los ensayos y que no abandonen. En este punto, la presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Pilar Rodríguez Ledo, se ha referido al papel "fundamental" de las asociaciones de pacientes.
"El papel de las asociaciones de pacientes es muy importante desde la propia iniciativa institucional, como propia asociación, y muy importante para conceptualizar los estudios dentro del sistema sanitario, pero también en la parte de difusión, de generar confianza, de co-crear, de co-diseñar, de todos estos aspectos que al final lo que deben intentar es normalizar los estudios, la investigación", ha señalado.