Por primera vez, científicos han detectado un terremoto de deslizamiento lento en movimiento durante la liberación de presión tectónica en una importante zona de falla en el fondo oceánico.
El terremoto lento se registró propagándose a lo largo de la sección de la falla que genera tsunamis frente a la costa de Japón, actuando como un amortiguador tectónico. Investigadores de la Universidad de Texas en Austin describieron el evento como la lenta apertura de la falla entre dos placas tectónicas terrestres.
Sus resultados se publicaron en Science.
"Es como una onda que se mueve a través de la interfaz de las placas", afirmó en un comunicado Josh Edgington, quien dirigió el trabajo como estudiante de doctorado en el Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas (UTIG).
Los terremotos de deslizamiento lento son un tipo de evento sísmico de cámara lenta que tarda días o semanas en desarrollarse. Son relativamente nuevos para la ciencia y se cree que constituyen un proceso importante de acumulación y liberación de tensión como parte del ciclo sísmico. Las nuevas mediciones, realizadas a lo largo de la falla de Nankai en Japón, parecen confirmarlo.
SENSORES DE POZOS
Esta investigación innovadora fue posible gracias a los sensores de pozos instalados en la región crítica más alejada de la costa, donde la falla se encuentra más cerca del lecho marino en la fosa oceánica.
Los sensores instalados en pozos pueden detectar incluso los movimientos más sutiles, de tan solo unos pocos milímetros, afirmó Demian Saffer, director de UTIG y quien dirigió el estudio. Dicho movimiento en la falla superficial es prácticamente invisible para los sistemas de monitoreo terrestres, como las redes GPS.
El terremoto de deslizamiento lento, captado por los sensores del equipo en el otoño de 2015, se desplazó a lo largo de la cola de la falla (la región cercana al lecho marino donde los terremotos superficiales pueden generar tsunamis), aliviando la presión tectónica en un lugar potencialmente peligroso. Un segundo temblor lento en 2020 siguió la misma trayectoria. Aunque se sabe que la Falla de Nankai genera grandes terremotos y tsunamis, el descubrimiento sugiere que esta parte de la falla no aporta energía a estos eventos, actuando más bien como un amortiguador.
Los resultados ayudarán a los investigadores a comprender mejor el comportamiento de las fallas de la zona de subducción a lo largo del Anillo de Fuego del Pacífico, el cinturón tectónico que genera los terremotos y tsunamis más grandes del planeta.
Los dos eventos, que solo ahora se han analizado con éxito en detalle, aparecen como ondas de deformación que viajan a través de la corteza terrestre. Originados a unos 48 kilómetros de la costa de Japón, los sensores de pozo rastrearon este movimiento de desdoblamiento a lo largo de la falla a medida que se desplazaba hacia el mar antes de disiparse en el borde del margen continental.
CONEXIÓN DIRECTA
Cada evento tardó varias semanas en recorrer 32 kilómetros a lo largo de la falla, y cada uno ocurrió en lugares donde la presión de los fluidos geológicos era más alta de lo normal. El hallazgo es importante porque constituye una sólida evidencia de que los fluidos son un componente clave para los terremotos lentos. Esta es una idea ampliamente difundida en la comunidad científica, pero hasta ahora ha sido difícil encontrar una conexión directa, según los autores.
La última vez que la falla de Nankai en Japón produjo un terremoto significativo fue en 1946. El terremoto de magnitud 8 destruyó 36.000 hogares y causó la muerte de más de 1.300 personas.
Aunque se espera otro gran terremoto en el futuro, las observaciones sugieren que la falla libera al menos parte de su energía acumulada de forma inocua en terremotos de deslizamiento lento regulares y recurrentes. La ubicación también es importante, ya que demuestra que la parte de la falla más cercana a la superficie libera presión tectónica independientemente del resto de la falla.