Expertos advierten sobre promocionar tecnologías de IA para vender productos: puede disminuir la intención de compra

|

Una investigación ha concluido que introducir el término 'inteligencia artificial (IA)' a la hora de promocionar un producto, ya sea un dispositivo electrónico, un electrodoméstico o un servicio, puede disminuir la intención de compra de los usuarios, ya que se trata de una tecnología que, en algunas ocasiones, genera desconfianza.



El uso de la IA ha avanzado ampliamente durante los últimos años lo que ha permitido su integración en una amplia variedad de dispositivos y servicios, desde 'smartphones' hasta electrodomésticos, coches y aplicaciones cotidianas como el correo electrónico, ya que las compañías la han adoptado como una herramienta clave para facilitar las tareas diarias de los usuarios y potenciar su creatividad y capacidad de descubrimiento.



En este marco, ya sea de la mano de modelos de IA reconocidos en el sector como Gemini de Google, ChatGPT de OpenAI o Claude de Anthropic, o de otras tecnologías de IA de desarrollo propio, una práctica habitual entre las compañías es anunciar sus productos haciendo hincapié en las capacidades de IA que incluyen.



Con ello, pretenden subrayar que se trata de un dispositivo o servicio que equipa la última tecnología y que incluye las características más avanzadas, de cara a destacar sus prestaciones y sobresalir entre otros productos similares de la competencia.



Sin embargo, investigadores han advertido que esta práctica podrían ser contraproducente para las empresas a la hora de promocionar la venta de sus productos para los consumidores, que encuentran desconfianza hacia el uso de esta tecnología.



Así se desprende del estudio de 'Impactos adversos de revelar la presencia de tecnología de IA en las descripciones de productos y servicios sobre las intenciones de compra", elaborado por investigadores de la Universidad Estatal de Washington (Estados Unidos).



Concretamente, el estudio examina el impacto de la inclusión del término 'Inteligencia Artificial' en las descripciones de bienes y servicios en las intenciones de compra de los consumidores y, para ello, han llevado a cabo múltiples experimentos con dos grupos de alrededor de cien participantes cada uno.



Así, un grupo visualizó anuncios de productos y servicios ficticios en los que se incluían los términos 'Inteligencia artificial' o 'Impulsado por IA'. Por su parte, el otro grupo accedió a anuncios que utilizaban otros términos como 'nueva tecnología' o 'equipado con tecnologías de vanguardia'.



Como resultado, los investigadores comprobaron que, en cada experimento, los productos y servicios de los anuncios relacionados con IA tenían menos probabilidades de ser escogidos para una prueba, su compra o buscarlos en el futuro.



Según ha señalado al respecto uno de los autores del estudio, profesor en la Universidad Estatal de Washington, Dogan Gursoy, y ha recogido The Wall Street Journal, cuando comenzaron este proyecto, pensaron que los términos relacionados con IA mejorarían la disposición de los consumidores a comprar porque "todo el mundo está promoviendo la IA en sus productos", sin embargo, "aparentemente tiene un efecto negativo, no positivo".



Así, tal y como se explica en el estudio, estos resultados se deben, en parte, a que las decisiones de los usuarios provienen de un pensamiento dirigido por las emociones en lugar de por un pensamiento crítico y, por tanto, la confianza emocional "media esta relación".



De esta manera, los usuarios con una visión negativa no confiaron en los productos y servicios que decían disponer de IA. Algo que se acentuaba si no comprendían lo que esta tecnología aportaba al producto o si representaba un riesgo para la seguridad.



Un ejemplo de ello es uno de los anuncios de prueba de un frigorífico con IA, que a pesar de estar en la categoría de productos de bajo riesgo por el uso de esta tecnología, tampoco tenía éxito entre los usuarios, probablemente porque no le encontrasen sentido a utilizar la IA en dicho electrodoméstico, según Gursoy.



Asimismo, los usuarios también identificaron más problemas relacionados con el uso de la IA. "Un refrigerador inteligente a menudo tiene un precio superior, requiere actualizaciones periódicas de 'software' y puede plantear problemas de privacidad si rastrea sus comestibles o hábitos alimenticios", ha apostillado.



Por tanto, las empresas deberán cambiar su forma de anunciar las capacidades de IA de sus productos para dejar de generar posibles rechazos entre los usuarios. "Si bien los electrodomésticos habilitados para IA son atractivos en teoría, las ventajas específicas de la IA deben ser obvias y valer la pena para justificar la inversión", ha sentenciado el investigador.




europapress