Sr. Director,
En el primer trimestre se registró un 14,2% más de denuncias de violencia escolar respecto a igual período del año anterior. De ellas, 60,7% se sitúan en el ámbito de convivencia, abarcando desde episodios de bullying hasta agresiones físicas graves tanto a adultos como a estudiantes de la comunidad educativa.
La relación entre la estructura familiar y la violencia escolar es fundamental para entender este fenómeno. Estudios han demostrado que las dinámicas familiares influyen significativamente en la manifestación de conductas violentas por parte de los estudiantes. Este contexto sugiere la necesidad de una intervención integral que involucre a las familias como un componente clave en el abordaje de la violencia escolar.
La violencia escolar no opera en un vacío; está inmersa en un contexto social que incluye discriminación y exclusión, aspectos que deben ser abordados mediante políticas inclusivas y programas de sensibilización en todos los sectores de la comunidad educativa.
Pese a los esfuerzos, la violencia continúa siendo un obstáculo significativo para el bienestar y el aprendizaje de los estudiantes, siendo la responsable de problemas psicológicos y emocionales, deserción escolar, así como un rendimiento académico reducido. Esto pone de manifiesto el costo humano y social que la violencia escolar nos impone, reclamando no solo respuestas inmediatas, sino también un enfoque a largo plazo que priorice el desarrollo humano y social.
Nathaly Vera Gajardo
Vicedecana Facultad de Educación
Universidad Autónoma de Chile