El impacto de la inversión regional en Salud

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AMERICO IBARRA (1)

En el contexto actual, caracterizado por crecientes desafíos sanitarios y el impacto persistente de enfermedades crónicas, la inversión en el sector salud emerge como un elemento esencial para fortalecer los sistemas sanitarios y mejorar sustancialmente la calidad de vida de la población. Más allá de la infraestructura física, esta inversión apuesta por garantizar el acceso universal a una atención médica eficiente y de calidad, un derecho innegociable que debe defenderse desde las políticas públicas.


El plan de inversiones del sector salud, promovido por la Subsecretaría de Redes Asistenciales, representa desde esta perspectiva, una iniciativa estratégica que busca robustecer la Red de Salud Pública a nivel nacional. La intervención en 61 hospitales —con diversos estados de avance y en 173 establecimientos de Atención Primaria. Los beneficios derivados de una inversión hospitalaria sólida exceden el ámbito clínico. Un sistema hospitalario fortalecido no solo reduce la mortalidad y morbilidad, sino que mejora la prevención, permite tratamientos oportunos y disminuye la dependencia de centros privados o de la emigración sanitaria. Estos factores se reflejan positivamente en la productividad y el desarrollo económico nacional, dejando ver la estrecha interrelación entre salud y progreso social. Una población sana es un motor para el crecimiento sostenible y un capital humano capaz de contribuir activamente al bienestar colectivo.


El respaldo presupuestario ha sido significativo: en 2024, se destinó el 10,7% del presupuesto sectorial a inversión pública en salud, que equivale a más de 449 mil millones de pesos chilenos. En 2025, los datos a abril de este año reflejan una ejecución presupuestaria de un 6.7% (69 mil millones) y su mayor ejecución se aprecia en las regiones Metropolitana y de Valparaíso, seguidas de cerca por las regiones de Los Lagos y La Araucanía. El dato de esta distribución presupuestaria demostraría un esfuerzo aún incipiente de descentralización que reconoce las diversas realidades territoriales y necesidades particulares de cada zona, lo que es vital para una atención efectiva y equitativa.


La asignación presupuestaria, aunque indispensable, no asegura resultados efectivos si no se implementan mecanismos rigurosos de evaluación y rendición de cuentas y actual. Problemas como la corrupción, la burocracia y la falta de visión a largo plazo pueden socavar los avances y perpetuar desigualdades, dejando a amplios sectores ciudadanos en situación vulnerable. Desde esta perspectiva, la inversión regional en salud no es sólo una cuestión de recursos económicos, sino fundamentalmente un acto de justicia territorial y visión estratégica para diseñar y robustecer un sistema sanitario capaz de responder a las disímiles necesidades presentes y futuras en todo el territorio.


Américo Ibarra Lara

Director Observatorio en Política Pública y Territorio

Facultad de Arquitectura y Ambiente Construido

Universidad de Santiago de Chile

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