Menor riesgo del previsto con la corriente que caldea el Atlántico Norte

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El agua fría y salada (azul) es densa y se hunde hasta el fondo del océano, mientras que el agua cálida (roja) es menos densa y sube a la superficie.


Si bien la corriente marina que caldea el Atlántico Norte se debilitará debido al calentamiento global, es probable que lo haga en una medida mucho menor de lo que sugieren las proyecciones actuales.



Es la conclusión de un nuevo estudio de Calecth publicado en Nature Geoscience, que desarrolló un modelo físico simplificado basado en los principios fundamentales de la circulación oceánica -específicamente, la relación entre las diferencias de densidad y la profundidad de esta corriente denominada AMOC (Circulación de Vuelco Meridional del Atlántico) que también incorpora mediciones reales de la fuerza de la corriente oceánica, recopiladas durante 20 años mediante el uso de conjuntos de monitoreo y otros productos de la cuenca atlántica con restricciones observacionales.



Los investigadores descubrieron que la AMOC se debilitará entre un 18 % y un 43 % a finales del siglo XXI. Si bien esto representa cierto debilitamiento, no representa el debilitamiento sustancial que sugieren las proyecciones de modelos climáticos más extremos, que plantean un escenario de enfriamiento súbito del clima en Europa Occidental.



Este nuevo conocimiento reduce significativamente el rango de debilitamiento futuro de la AMOC, abordando una incertidumbre persistente en la ciencia del clima.



La investigación se llevó a cabo en los laboratorios de Tapio Schneider, profesor de Ciencias Ambientales e Ingeniería; y Andrew Thompson, profesor de Ciencias Ambientales e Ingeniería, director del Centro Ronald y Maxine Linde para Ciencias Ambientales Globales y director ejecutivo de Ciencias Ambientales e Ingeniería.



Los registros paleoclimáticos, al igual que los sedimentos oceánicos que registran las condiciones climáticas pasadas, indican que la AMOC ha experimentado un debilitamiento en el pasado, como durante el Último Máximo Glacial (un período de hace unos 20.000 años), lo que provocó importantes fluctuaciones climáticas que afectaron a América del Norte y Europa.



Los modelos climáticos contemporáneos muestran una amplia variación en sus proyecciones del siglo XXI sobre el debilitamiento de la AMOC: algunos predicen un debilitamiento sustancial de la AMOC, mientras que otros predicen solo un debilitamiento leve. El nuevo estudio, dirigido por el exestudiante de posgrado Dave Bonan, tuvo como objetivo comprender mejor los mecanismos físicos que rigen el comportamiento de la AMOC en los modelos climáticos, con el fin de reconciliar estas discrepancias.



La investigación arroja luz sobre una conocida característica previamente inexplicable de los modelos climáticos: la relación entre la fortaleza actual y futura de la AMOC.



CUESTIÓN DE PROFUNDIDAD


Los modelos climáticos que simulan una AMOC actual más intensa tienden a proyectar un mayor debilitamiento bajo el cambio climático. Los investigadores descubrieron que esta relación se deriva de la profundidad de la AMOC. Una AMOC más intensa suele extenderse a mayores profundidades y permite que los cambios en la temperatura y la salinidad de las aguas superficiales, causados por el calentamiento global y el aporte de agua dulce, penetren más profundamente en el océano y provoquen un mayor debilitamiento.



En otras palabras, un modelo climático con una AMOC más intensa y profunda es menos resiliente a los cambios en la superficie y experimenta proporcionalmente un mayor debilitamiento de la AMOC que uno con una corriente menos profunda.



Los modelos climáticos con una AMOC actual menos profunda aún muestran debilitamiento bajo el cambio climático, pero en menor medida que aquellos con una AMOC actual más profunda.



El nuevo estudio utiliza este conocimiento para limitar las futuras proyecciones de la AMOC mediante la construcción de un modelo físico simplificado e incorporando mediciones reales de la fuerza de la corriente oceánica.



DEBILITAMIENTO MODERADO


Los resultados indican que la AMOC solo experimentará un debilitamiento limitado, incluso en los escenarios de emisiones más altas.



El estudio sugiere que gran parte de la incertidumbre previa y algunas de las proyecciones más extremas de debilitamiento de la AMOC se debieron a sesgos en la forma en que los modelos climáticos simulan el estado actual del océano, en particular su estratificación de densidad.



"Nuestros resultados implican que, en lugar de un descenso sustancial, es más probable que la AMOC experimente un descenso limitado durante el siglo XXI; aún con cierto debilitamiento, pero menos drástico de lo que sugieren las proyecciones previas", afirma Bonan.





europapress