​Ecofraude: “Blanqueando lo verde y la estupidez humana”

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Gonzalo Gutiu00e9rrez

Hace unos años caminando por Las Condes me llamó la atención un letrero en un Edificio bien reconocido del sector que señalaba “Edificio Verde”, hecho con estructuras que priorizaban la iluminación solar, con estacionamientos en base a energía eléctrica y lindos arbustos, me agradó ver este avance y el cómo los dueños del edificio públicamente se jactaban de tener un edificio “verde” en la comuna. No siendo un especialista en asuntos ecológicos y de las mejores alternativas de generación de energía, mientras no tengas el parámetro adecuado no puedes llamarte[RV1] “sustentable” de acuerdo con lo indicado en el mercado de valores, menos si lo que estás haciendo es poner una “plantita”, eso es “disfrazar” las emisiones que hacen daño al planeta mediante el “greenwaching” o “lavado verde” que la profesión del contador auditor está buscando asegurar que no se realice, no olvidemos que según los principios de Daly, la sostenibilidad busca un desarrollo social que contribuya a mejorar la calidad de vida, salud, educación y cultura de todas las personas.


Siglas como el ESG, PIOB, TCFD, CDSB entre otras, no cumplirán su objetivo de asegurar que no existan ecofraudes en el país y el mundo sin la ayuda de un experto capaz de incorporar un adecuado parámetro de medición, ese experto es el Contador Auditor, siempre en la medida en que se desempeñe como un profesional escéptico, con pensamiento crítico, independiente y cumpliendo con la calidad humana que fortalezca los lazos humanos con los medioambientales y sociales.


Existen muchos conceptos que se quedan cortos, el “Pretty privilege”, “Fatphobia”, “Moobing”, términos conocidos por muchas personas en nuestro país, si eres lindo hasta la ciencia indica que te va mejor, puedes tener mayores probabilidades de seguidores en redes sociales, puedes tener algo de ventaja por el “efecto halo”, si eres gordo mejor te “escondemos” y has tu trabajo sin considerar tu situación de salud y el moobing lo llevan a las compañías por medio de personas estúpidas en puestos de poder, mínimo pero poder al fin, lo que me lleva a pensar que lo que señaló Dietrich Bonhoeffer “La estupidez es el enemigo más peligroso para las buenas personas, incluso más peligroso que la maldad”, no es algo tan descabellado de pensar.


¿Y qué relación tiene esto con el Ecofraude? bastante, somos seres humanos, que vivimos en comunidad, tenemos proyectos en común, algunos con una visión de ayuda a la profesión, de que hagamos nuestro trabajo de la mejor forma posible, pero apegados a las normas y hoy tenemos la oportunidad de fortalecer el rumbo que le hemos dado a las cosas, los auditores podemos fijarnos en que las compañías al interactuar puedan y deban ser capaces de elegir a lo que sea “sustentable” y “sostenible”, que genere un medioambiente que se prolongue y que apoye a lo social, quien no sea parte de esto es un estúpido o una estúpida y no contribuye a ninguna de las áreas, por eso, el test de drogas en las políticas de las compañías debe ser un cumplimiento enfocado, la medición de la huella de carbono de las construcciones, la medición de cuantos de tus ejecutivos o tus colaboradores utilizan automóviles que contribuyen a destruir menos el medioambiente, cuanto es el desecho de tus basuras que podría descomponerse biológicamente y como la trasladas, como enseñas y educas a tu gente a que el rol de la Responsabilidad Social también va de la mano con el cuidado de tus personas a cargo y también de las familias que hay detrás de ellas, considerar como contribuyes a tener menos personas desagradadas con los malos tratos e injusticias y si le haces chequeos permanentes al estado mental de tus Directores, etc.


Llega a ser infinita la posibilidad de asegurar tus cumplimientos, apegados hoy a un “arte” que apoye a las compañías a mejorar las relaciones profesionales, personales, económicas, con todo lo que nos rodea, vale decir, medioambiente.


Al igual que la crisis de los y las supremacistas blancos y blancas, de las redadas de las colonias inglesas, francesas y españolas a las tribus del norte del continente y cuanta maldad humana ocurrida a lo largo del mundo, el rol del auditor hoy es mucho más potente, con la tarea de identificar si las compañías cumplen o no con los parámetros mínimos de colaboración a la sustentabilidad y sostenibilidad, basados en normativas claras y que dan un grado de seguridad razonable de estos cumplimientos, con la capacidad de denunciar más allá de los hechos internos, que quedan en nada, siendo la voz de quienes no tienen esa voz, pero cuidado, las personas fraudulentas que buscan blanquear lo denominado verde, deberán además cerciorarse de no tener contratados o asociados en sus compañías a los “seres estúpidos” sean personas naturales o jurídicas, entendiendo por ellos o ellas a quienes solo tienen “su punto de vista validado”.


Los invito entonces a reflexionar sobre la “Norma Internacional de Aseguramiento de Sostenibilidad 5000” la cual aborda los encargos de aseguramiento en los casos donde las entidades deban publicar informes de sostenibilidad mediante reportes de profesionales independientes.


Estos informes incluirán tópicos como por ejemplo el clima, prácticas laborales, biodiversidad y sus riesgos y oportunidades, gobierno corporativo, métricas e indicadores clave de desempeño, y cualquier materia relacionada a la sostenibilidad.


El proceso de implementación ha sido paulatino y se espera que a fines de 2027 se encuentre en plena aplicación. Actualmente en 2024, 136 compañías reportan sus revelaciones de forma mandatoria y 36 de forma voluntaria (Issuer Sustainability-related Reporting and Implementation Considerations for Regulators – CMF – 10 de diciembre de 2024).


Las oportunidades de aplicación son importantes y esta normativa marca un hito relevante en como los profesionales auditores enfrentaremos nuestros servicios para que el mercado y los grupos de interés obtengan información confiable acerca de las materias descritas en los impactos en el medio ambiente.


Como auditor no tengo dudas que existen profesionales y personas cuya integridad es aprueba de todo tipo de sesgo, sin estrechez mental, con ánimo de que la profesión cumpla su rol mandatado, pero si debemos considerar que lamentablemente leyes de Cipolla relacionadas a la estupidez no dejarán de cumplirse ya que los enemigos de lo bueno y amigos de lo ajeno no dejarán de existir nunca.


Nuestra profesión tiene la oportunidad de que los inescrupulosos escondidos en las compañías salgan a la luz, que las actividades que van en contra del futuro social y ambiental de los seres que cohabitarán el futuro lo reciban de mejor forma de como lo recibimos nosotros, y que de alguna vez por todas las injusticias de los poderes fácticos sean arrodilladas, pero con fuerza y no con la mirada llana del silencio.


Gonzalo Gutiérrez,

Director de Auditoría de BDO Chile

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