Sr. Director:
Hoy se celebra en Chile, y en muchos otros países, el día de la madre. Esta celebración nos lleva a organizar año a año una instancia especial y alegre para nuestras mamás o para quienes han ocupado ese rol en nuestras vidas. Así, surge la idea de los regalos y la invitación permanente a ofrecerles precisamente un descanso de ese “ser mamá” cotidiano, como algo virtuoso.
Sin embargo, lo que olvida muchas veces el comercio, e incluso las personas, es preguntarse ‘¿qué es lo que quieren las mamás en cuanto a su figura de mamás?’. Mayoritariamente desean que sus hijos sean felices, es decir, personas virtuosas, valientes, generosas, prudentes, justas y veraces. En este sentido el mejor homenaje a la propia madre no es necesariamente ser un buen comprador de regalos, sino un buen hijo, que sea capaz de comprenderla y amarla incondicionalmente, que la apoye en lo cotidiano, que tenga la capacidad de escuchar, de acompañar, de respetar sus tiempos y sus necesidades. Este deseo materno nace con la génesis del propio hijo y no muere nunca, y es por lo que ser madre, así como ser hijo, es un título que perdura toda la vida.
Desde aquí quisiéramos considerar también a todas esas mujeres que, poniendo todo su esfuerzo en cuidar a sus hijos a través del trabajo, no encuentran instancias para estar más tiempo con ellos y no por ello dejan de amarlos. Esperamos, asimismo, que pronto en nuestro país se generen cada vez más instancias que permitan la conciliación del trabajo con el tiempo dedicado a la familia. Para todas esas madres nuestro más sincero reconocimiento.
Feliz día a todas las madres de Chile.
Maite Cereceda
Directora Instituto de Estudios para la Familia USS