En busca del crecimiento perdido

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Gonzalo Islas (2)


La noticia sorprendió y también decepcionó. El Imacec de diciembre mostró una caída de 1% con respecto al año anterior y una variación negativa de 0,2% para 2023. Esto permite anticipar un crecimiento nulo o negativo para el año pasado, lo que se suma al débil desempeño de la economía chilena el 2022, cuando la tasa de crecimiento alcanzó un 2,4%.


De esta forma, el periodo 2013-2023 puede caracterizarse como una “década pérdida” para el crecimiento de nuestro país. En efecto, durante los últimos 10 años, la tasa de crecimiento promedio se ha situado en torno al 2,3%, valor lejano al 6,8% de la década de los noventa. Esto implica que nuestro nivel de producto per cápita se ha ido alejando de los países desarrollados, quienes han continuado creciendo a una mayor velocidad.


La discusión acerca de en qué momento se “frenó” el crecimiento en Chile ha estado presente en el debate público en los últimos años. Posibles culpables abundan, pero las cifras sugieren que más allá del impacto de algunas políticas cuestionables o derechamente fallidas por parte de los últimos gobiernos, el gran problema son las bajas tasas de inversión y, sobre todo, el casi nulo crecimiento de la productividad.


El término “década perdida” se utiliza para describir las economías de los años 80 en América Latina. La crisis de la deuda, que llevó al default a la mayoría de los países del continente, tuvo un impacto demoledor. En efecto, entre 1981 y 1990 el producto per cápita cayó en un 5%, se registraron altas tasas de inflación, con episodios de hiperinflación en Argentina, Brasil y Perú; retroceso de los salarios reales y aumento de los niveles de pobreza. Chile no fue una excepción.


Sin embargo, la diferencia es que, al cierre de la década de los 80, el panorama de nuestro país se mostraba promisorio. De hecho, los 15 años que siguieron a 1990 corresponden a uno de los períodos de mayor crecimiento y reducción de la pobreza en nuestra historia económica. Hoy no podemos decir lo mismo. El Fondo Monetario Internacional estima que para los próximos 5 años la tasa de crecimiento de Chile alcanzará un 2,2%, menor al promedio esperado que se ubica en el 3,1%, significativamente más baja que la del resto de las economías emergentes que se proyecta en 4% e incluso menor al del resto de América Latina. Es decir, nos seguimos alejando.


La ausencia de acuerdos entre los actores políticos nubla aún más el panorama. Sin embargo, podemos al menos destacar que el gobierno, que cabe recordar, casi no mencionaba la palabra crecimiento económico en su programa de gobierno, parece haber entendido que este es un tema central y que requiere acciones concretas. Sin embargo, sólo el impulso estatal no alcanza, el desafío de volver a encontrar el crecimiento perdido nos involucra a todos.


Gonzalo Islas

Decano Facultad de Ingeniería y Negocios 

Universidad de Las Américas

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