​¿Qué significa una nube híbrida en la era del cloud-first?

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Nube


Uno de los principales hitos que encontraremos en la industria tecnológica este año que inicia será la consolidación del modelo cloud first: la mayoría de las empresas de gran tamaño y trayectoria; y así también startups que están iniciando su posicionamiento en el mercado, comenzarán a posicionar sus nuevas aplicaciones de negocio en entornos de nube antes que en entornos on premise. En términos simples, las tecnologías de la nube se han convertido en el motor central de los procesos de transformación digital de cualquier organización.

Es por eso que todas las grandes tecnológicas del mundo están ofreciendo hoy servicios gestionados de la nube, que en la práctica eliminan la necesidad de dedicar recursos a instalar y administrar un entorno cloud, y también por lo mismo, la necesidad de conseguir el talento profesional para ejecutar estas tareas.

Precisamente, una limitación frecuente que encuentran las empresas en Latinoamérica es la falta de profesionales con las habilidades y certificaciones para administrar estos entornos de nube complejos, dado lo nuevas de estas tecnologías.

Según estudios recientes realizados a nivel global por Red Hat, 31 % de las organizaciones latinoamericanas señalan que la falta de profesionales TI es su mayor obstáculo actualmente en las iniciativas de transformación digital.

Por esta razón, durante el 2022 veremos cómo los servicios gestionados de la nube -llamados managed cloud services en inglés- comenzarán a cobrar relevancia en el entorno empresarial local, entregando ventajas competitivas considerables a sus clientes en términos de tiempo y confiabilidad.

Sin embargo, una diferencia clave entre el modelo de nube y el on-premise tradicional es el hecho de que el cliente ya no es dueño del espacio donde operan sus aplicaciones, sino más bien un arrendatario. Por lo mismo, cada vez más empresas toman conciencia de lo importante que es –a nivel comercial tanto como estratégico– no depender de un sólo proveedor de nube para sus operaciones.

Los modelos de nube híbrida y multinube son la solución perfecta a este problema, pues integran en un sólo sistema coherente y confiable las distintas nubes, entornos propios del cliente, e incluso sistemas legados si fuera necesario. Esto no es un misterio para las grandes proveedoras de nube, quienes entienden que en mercado del siglo XXI competir no significa dejar fuera a otros proveedores (quitándole libertad al cliente), sino ser el principal aliado tecnológico de cada uno de sus clientes –o lo que es lo mismo– tener el mayor control sobre su infraestructura digital.

Para Red Hat, convertirse en los líderes de la nube híbrida abierta es más que una declaración de negocios, da cuenta de la posición estratégica a la que apunta la firma para estos próximos años: ser el eje articulador entre los distintos entornos en el ecosistema digital de sus clientes; el “pegamento” que asegure un despliegue correcto y una experiencia unificada en cualquier nube pública o entornos privados.

europapress