José Ignacio Parada, abogado y emprendedor.

Pequeñas oportunidades para grandes empresas

|

Cartas al director

Sr. Director,


“Las oportunidades pequeñas son el principio de las grandes empresas”, decía el político ateniense Demóstenes, considerado por muchos como el mejor orador de la antigua Grecia y uno de los más relevantes de la historia. Un hombre que primero se dedicó a la escritura profesional de discursos judiciales, para después transformarse en uno de los inspiradores políticos y sociales más sobresalientes de su tiempo. Su consigna resuena hasta hoy, cuando en Chile el proyecto que regula los plásticos de un solo uso se apronta a convertir en ley.

Su objetivo es limitar la producción de este tipo de productos desechables, prohibiendo su entrega en establecimientos, locales y sucursales que expendan comida preparada, optando por soluciones más amigables con el entorno. Sus medidas consideran cubiertos, bombillas, revolvedores, artículos de plumavit y similares, extiendo obligaciones a distintos tipos de recintos. Supermercados, restaurantes, cafeterías, casinos, fuentes de soda, bares, por solo nombrar algunos ejemplos.

En el caso del sector productivo, la elaboración de botellas plásticas de jugos y bebidas deberá basarse en material recolectado y reciclado en Chile, potenciando la creación de empleos verdes y potenciando la actual y vigente Ley REP para envases y embalajes. Mismo caso para cualquier otro artículo de este origen y destinado a una sola vida útil.

Son grandes noticias las que vienen, pero si no se acompañan debidamente con educación sobre la materia, nos enfrentamos al riesgo de que quede en eso: en sólo noticias, sucesos que puede llevarlos el viento. El desarrollo sostenible es un asunto de todos, tanto de los que se preocuparon por este proyecto de ley, los que trabajan en áreas ligadas a la sustentabilidad y el reciclaje de residuos, como también de las empresas tanto involucradas en el asunto como también las que no. Es cierto, en Chile no se podrá entregar plásticos desechables, pero eso no dice necesariamente que acabará la contaminación por materiales desde el comercio. Como pudimos ver con el papel en cadenas de supermercados y retail, es probable que surjan otras opciones que incluso puedan ser más nocivas aún con el medio ambiente.

Es importante abrir la cancha para distintos actores e innovadores que traigan consigo novedosas soluciones para acompañar este nuevo orden de vida. Es imperioso escucharlos, saber lo que tienen que decir y aportar en quizás el gran desafío del Siglo XXI, como es la preservación ambiental del planeta. La innovación en materiales, las propuestas biobasadas y biodegradables, al igual que las con menos impacto en su entorno, son las llamadas a tomar protagonismo en los países donde se toman férreas posiciones ante el uso indiscriminado del plástico convencional. Las empresas conscientes de su rol ecológico, como también a las asociaciones, gremios y corporaciones con el mismo ímpetu, deben comenzar este camino en sus organizaciones con pequeñas decisiones que pavimenten un futuro mejor tanto para sus clientes como para su propio negocio, tal como recomendaba Demóstenes. Pequeñas oportunidades son el principio de grandes empresas.


José Ignacio Parada

Abogado y emprendedor

europapress