Diversos efectos del IVA

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Germu00e1n Pinto


La semana pasada conocimos el informe de la Dirección de Presupuesto que señalaba el aumento en la recaudación del IVA de 28.500 millones de dólares a mayo del presente año, representando un importante incremento en relación con el año anterior, incremento generado por el dinamismo en el consumo privado que se estimuló por las ayudas fiscales y, principalmente, por los retiros de los fondos de pensiones.

Esto nos demuestra lo sensible que es este tributo al comportamiento de las transacciones de las economías domésticas del país, representando casi el 45% del total de los ingresos fiscales anuales.

Si la economía tiene mayor dinamismo y hay incremento en el consumo, evidentemente que el tributo que lo grava reporta mayores ingresos fiscales, lo cual resulta de vital importancia en estos días cuando las demandas sociales requieren de una rápida y cuantiosa respuesta por parte del Estado para poder satisfacerlas lo más rápido posible. La ingente cantidad de dinero que se necesita para adquirir las vacunas contra el COVID es un ejemplo de estas necesidades que se están demando de recursos y lo apremiante que resulta la ocupación de recursos fiscales.

Sin duda que el dinamismo de la economía que se ha experimentado está de la mano de los 50 mil millones de dólares que se inyectaron a la economía nacional producto de los constantes retiros de los fondos de pensiones, hecho palmario y que no deja de preocupar porque el mayor consumo no está aparejado por una mayor fuerza de trabajo, sino por el contrario, hemos visto como el empleo ha bajado en los últimos meses, lo que nos permite colegir que este dinamismo producto de esa liquidez introducida tendrá una corta duración.

Considero que las ayudas fiscales tienen una baja representación en el incremento de esta mayor recaudación, porque los apoyos que se dieron fueron para las pymes estaban concentrados, principalmente, en la postergación del pago de IVA y en la devolución del remanente del IVA crédito fiscal, siendo esta última concesión, la que verdaderamente pudiera haber generado mayor dinamismo al consumo que realiza ese sector de la economía.

De esta forma, solo podemos pensar que el verdadero factor que motivó esta mayor recaudación fueron los fondos de pensiones, lo que significa, que se gastaron hoy los ahorros destinados para el consumo futuro. Lo anterior permite proyectar una carencia de recursos para quienes realizaron esos retiros, vaticinando muchos jubilados que demandarán al Estado por ayudas al no tener recursos para poder aliviar sus necesidades.

¿Podríamos pensar que el incremento en los 28.500 millones de dólares podrá paliar los 50 mil millones que se gastaron de los fondos de pensiones y que serán la carencia de pensiones en el futuro? En lo más mínimo y pensar aquello es una pueril forma de ver las finanzas públicas.

Cada peso que se recauda es destinado en un 70% a gasto social. De este porcentaje se destina en un importante porcentaje (40% aproximadamente) a pensiones, otra parte a salud, educación y vivienda. El 30% restante se destina a burocracia que incluye sueldos del presidente, ministros, parlamentarios, jueces, servicios públicos… ya hora… gastos y sueldos de la Convención Constituyente…más otros conceptos que forman parte del aparato estatal.

La distribución anterior hace desvincular totalmente el destino de esos 28 mil millones de dólares nuevos que se han incrementado, al gasto social y necesidades futuras de los pensionados.

Por otro lado, no hay que olvidar que este dinamismo, que está influenciado por los retiros de los fondos de pensiones, durará solo hasta que se gasten esos recursos, lo que nos hace pensar que solo será un incremento y alivio fiscal muy limitado.

Además de lo último, se ha estimado en 5.100 millones de dólares la merma en la recaudación que se generará si prospera la indicación de la reforma constitucional que concede una rebaja en la tasa del IVA de una amplia canasta de productos, baja que sin duda mermará el incremento que fue anunciado últimamente.

Como podemos apreciar, el IVA es un impuesto muy sensible al comportamiento de la economía y cuyos efectos pueden ser efímeros, como también permanente sus carencias, motivo por el cual, hay que utilizarlo con cuidado y siempre sustentado en procedimientos técnicos que la doctrina concibe y no caer, como se hace últimamente, en el emborrachamiento de los discursos políticos.


Prof. Germán R.Pinto Perry

Director Magister en Planificación y Gestión Tributaria

Centro de Investigación y Estudios Tributarios – NRC

Universidad de Santiago

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