¿Qué tendencias electorales podrían ser exitosas en un escenario tan desconcertante como el actual?

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Rodrigo Barcia (columnista)

Muchos se preguntan si José Antonio Kast podría ser un futuro Trump o Bolsonaro. La verdad es que hay ciertos aspectos que podrían llevar a un triunfo de una derecha más radical y conservadora, que representa José Antonio Kast (nótese que en este escenario Ossandón no tiene posibilidad alguna de ser un candidato competitivo). Kast naturalmente es más conservador y populista que Ossandón. Lo primero que influirá, en dicha posibilidad, es si -al igual que Brasil o Estados Unidos- las personas estiman que el modelo económico y social del país ha fracasado. Fíjense que no es casualidad que en Estados Unidos fuertemente convulsionado con las políticas estatistas de Obama o Brasil con el sonado fracaso de las políticas socio/económicas de Lula y Rousseff, las personas hayan optado por un cambio radical del modelo socio económico a seguir. Los candidatos rupturistas se potencian en la medida que el modelo socio/económico se percibe como fracasado. A esto mismo apuntan los partidos de extrema izquierda, como el Frente Amplio o el Partido Comunista. Pero estos últimos, dado el mal recuerdo que dejó el gobierno de Bachelet, es muy difícil que logren imponerse electoralmente (ello no quiere decir que no tengan posibilidades electorales, sino que ellas dependen más de factores externos que de ellos mismos). Por tanto, un aspecto que podría potenciar a los grupos extremos es el fracaso del actual gobierno. Naturalmente que al país le vendría muy bien una fuerza de centro que aleje la posibilidad de una aventura electoral populista de izquierda o de derecha. Y eso depende de la real gobernabilidad que le pueden dar al país una nueva fuerza de centro, que sea capaz de enfrentar a los dos extremos. Un error histórico de los conglomerados en el poder, es la elección del mejor candidato de equilibrio para el grupo, que no tiene ninguna posibilidad de ganar una elección. Así ocurrió con la Concertación y la candidatura de Frei Ruiz Tagle en el primer gobierno del Presidente Piñera. Este error se podría cometer nuevamente si Chile Vamos no opta por un candidato realmente competitivo, y prefiere uno de consenso entre sus fuerzas. Y, en este sentido, sería un error mirar hacia los que hoy se presentan como candidatos. Frente a un candidato que se perciban como de derecha conservadora, los candidatos más extremos de la ex Nueva Mayoría se potenciarán. Acá está el riesgo real del país: una polarización de los extremos.

Si Chile Vamos quiere ser exitoso electoralmente debe ubicarse en el centro y no enfrentar un juego de ganancia cero con la extrema izquierda. Y para ello que mejor que aunar nuevos y viejos partidos -que sean capaces de ubicarse de verdad en el centro político-. Espero que los dirigentes de centro percaten que en esta carrera van contra el tiempo. En contra de lo hasta acá analizado, posiblemente (salvo una recesión mundial y rechazo de sus reformas), este gobierno mejorará sus resultados económicos, lo que conjugará las aventuras populistas de la izquierda más dura. Es más, me atrevería a señala contra todo lo que indican los analistas políticos (que en su mayoría parecen no entender demasiado de economía) los candidatos que se centren de verdad en el crecimiento económico -que es lo que realmente está en peligro- tienen garantizado el éxito electoral. Cualquier candidato que se dé cuenta que la percepción ciudadana del problema social ha cambiado y que los ciudadanos ya no creen en el Estado, sino en ponerle frenos y en hacer que la economía crezca, puede dar una sorpresa electoral. Pero, curiosamente en la medida que a este gobierno le vaya bien, seguramente los ciudadanos tenderán a olvidar los riesgos de las malas políticas populistas contra mercado y se preferirán candidatos menos afines a una economía libre. La clave, ya se dé un escenario u otro, es tratar de levantar ciertos consensos que permitan articular un conglomerado que apueste por el crecimiento económico con una revisión de las políticas públicas en materia de eficiencia.


Rodrigo Barcia.

Profesor, Dr. en Derecho y Magister en Economía. 

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