​Una lectura de la Encuesta CEP y la proyección del gobierno del Presidente Piñera

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Rodrigo Barcia OK

En estos días ha sido difundida la Encuesta CEP, Octubre-Noviembre 2018, Estudio Nacional de Opinión Pública N° 82. Ella arroja algunos resultados interesantes. El primero que destaca es que los chilenos afirmar en términos relativos –comparado con el pasado- y en términos absolutos –es decir en porcentajes muy altos- que son felices. De este modo a junio de los años 1998, 2008 y 2018, los chilenos que señalan que son bastante felices ha aumentado en los siguientes porcentajes: 32%, 43% y 53%, respectivamente. Si a ello se suman los que dicen son muy felices que, en el 2018, son un 26% y los chilenos que señalan que no son muy felices, el mismo año, que son un 18%, se puede decir que la sociedad chilena es bastante feliz. Estas cifras son en cierta manera sorprendentes, ya que todo el discurso de la izquierda se sustenta en la supuesta infelicidad, que genera lo que ellos denominan sistema capitalista. Por tanto no es efectivo que los chilenos deseen un cambio radical en sus vidas.

De la Encuesta también es destacable otros dos aspectos. El primero es que, a pesar de las buenas cifras precedentes, de la encuesta se puede colegir que la percepción institucional aún no es positiva. La encuesta de los primeros lugares de los problemas que, en percepción de la ciudadanía, deberían solucionarse con un mayor esfuerzo por parte del gobierno reflejan una preocupación por la eficiencia en la administración, como también una necesidad de elevar los niveles de eficiencia en reformas estructurales. Veamos, los cuatro problemas fundamentales para las personas son los siguientes: delincuencia, asaltos, robos; pensiones, salud y educación. La delincuencia es un problema que ninguna administración ha sido capaz de solucionar hasta el momento. Tal vez se requiere enfocar los planes sociales del gobierno hacia ese sector, elevando los niveles de eficiencia en los distintos programas, que tienen un muy bajo retorno y niveles de eficiencia dispares. Por otra parte, la preocupación por educación, dada la magnitud de la reforma en esta materia del gobierno recién pasado, refleja la urgente necesidad de revisar y restructurar la reforma y el gasto social en esta área. Pensiones y salud son temas que habrá que abordar si se quiere que la percepción de la ciudadanía respecto del gobierno mejore. Pero se requiere mejorar el sistema no cambiarlo desde sus raíces. En ambas materias el gobierno está trabajando en proyectos de leyes que no es del caso evaluar acá. El último aspecto a destacar de la encuesta es muy relevante para este gobierno por cuanto dice relación con la percepción de si la situación económica mejorará. Y a este respecto lo que predomina es el escepticismo. Ello se debe a que el 57% es de la opinión que no cambiará, el 26% es de la opinión que mejorará y sólo un 15% piensa que empeorará. Aparentemente estas son buenas noticias para el gobierno, pero no es así. La percepción de estancamiento, respecto de una economía que aún no se recobra del pésimo gobierno anterior, no es positiva. Lo que la gente espera de este gobierno es que su situación mejore, no que se estanque, por lo que acá estará la clave de la futura evaluación del gobierno. Y a este respecto, a pesar que el Ejecutivo no tiene mayoría en el Congreso, en la medida que obtenga el apoyo de los sectores realmente de centro de la ex Nueva Mayoría para implementar sus reformas económicas puede ser que la percepción mejore (si es que no hay en el futuro próximo una recesión internacional).


Rodrigo Barcia

Profesor Investigador de la Universidad Finis Terrae, Doctor en Derecho y magister en Economía y Dirección Internacional de Empresas.

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