Durante años, se ha evaluado la práctica médica en función de la eficiencia y el volumen. Pero la buena medicina no se trata de cuántos pacientes ves en un día, sino de cómo los ves. No es una cuestión de cantidad, sino de calidad humana.
Estudios recientes revelan las posibilidades de la inteligencia artificial en campos como la medicina, la tecnología y la actividad neuronal, ofreciendo posibilidades innovadoras en ésta y otras áreas como la economía, el mercado y el contexto empresarial.