El compliance, antes considerado un requisito legal, ahora se ha convertido en un elemento vital para la estrategia empresarial en diversos sectores. Normativas recientes, como la Ley de Delitos Económicos y la Ley de Ciberseguridad, están impulsando la adopción de prácticas más rigurosas en las empresas. Estas regulaciones imponen sanciones más severas para delitos económicos y exigen la implementación de programas de cumplimiento efectivos.