Sin la participación femenina, el emprendimiento no sería lo que es hoy. A medida que más mujeres eligen emprender -ya sea por iniciativa propia o la necesidad de generar ingresos extra-, se activa un motor clave para la economía gracias a la creación de negocios que responden a las necesidades de sus comunidades, generan empleo, promueven la innovación y fortalecen el desarrollo local.
El ranking es encabezado por Silicon Valley, Londres, Nueva York, Tel Aviv y Los Ángeles, reafirmando la posición de liderazgo que tiene Estados Unidos a la hora de atraer a los emprendedores de todo el mundo gracias a su entorno robusto e híper conectado.
Hace algunos días se publicó la última versión del reporte “Startup dynamics”, elaborado por Rebelius. Se trata de uno de los estudios más relevantes del área, ya que entrega un completo panorama del ecosistema de startups en Latinoamérica y evalúa el nivel de desarrollo presente en los distintos mercados, identificando tendencias y buenas prácticas.
Este hecho no solo resalta la diversidad cultural de esa nación, sino que también pone de manifiesto el espíritu emprendedor y la resiliencia de un colectivo históricamente subrepresentado.
¿Qué ha ocurrido en el país en los últimos años y cómo nos hemos convertido poco a poco en un referente de emprendimiento? Las razones son varias, entre ellas, una serie de políticas que se han desarrollado a nivel gubernamental para favorecer la creación de nuevos negocios.
Waykup Forum se llevará a cabo en Murcia, España, y promete reunir a inversionistas, startups y corporaciones para sumar sinergias y promover el crecimiento del ecosistema emprendedor a nivel mundial.
7 de cada 10 pymes creen que expandir su negocio hacia otros mercados les permitirá aumentar sus ingresos, alcanzar más clientes y proyectar un crecimiento a largo plazo. Así de contundentes son los resultados del estudio “El termómetro global de las PyMEs”, realizado por Payoneer Global Inc a más de 3.000 pequeñas y medianas empresas provenientes de más de 15 países y dedicadas a rubros tan diversos como e-commerce, servicios empresariales y profesionales, IT y finanzas, entre otros.
En la práctica, la diversificación de mercados implica expandir las operaciones comerciales hacia diferentes regiones geográficas, buscando oportunidades de crecimiento y ventas en ecosistemas más amplios y dinámicos.