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Francisco Javier González Puebla |
En el actual contexto de transición energética y descarbonización, el cobalto, conocido como "oro azul", ha adquirido un papel estratégico debido a su rol fundamental en la fabricación de baterías de iones de litio para vehículos eléctricos. Su capacidad para mejorar la estabilidad térmica y la densidad energética de las baterías lo convierte en un elemento clave para la electromovilidad y el almacenamiento de energía renovable. En este escenario, Chile se perfila como un actor emergente en el mercado global del cobalto, con la posibilidad de posicionarse como el segundo mayor productor mundial, solo detrás de la República Democrática del Congo.
En 2024, la deuda externa de Chile alcanzó un máximo histórico, una cifra que encendió las alarmas entre economistas, políticos y la ciudadanía en general. Este hito no es solo un número en un informe financiero; representa un desafío estructural que podría comprometer el crecimiento económico y la estabilidad del país en los próximos años.
Estudios geológicos recientes han identificado depósitos de tierras raras asociados principalmente con minerales de hierro y cobre en diversas regiones de Chile.
China, que en 2023 importó aproximadamente 6 millones de toneladas de cobre refinado, representando cerca del 60% del consumo global, busca con este descubrimiento reducir su dependencia de las importaciones. Esta estrategia podría reconfigurar las dinámicas comerciales con países exportadores como Chile, Perú y Australia.
Con la transición justa como piedra angular, la industria naviera ha presentado una propuesta concreta a la Organización Marítima Internacional (OMI) para un Mecanismo de Balance Verde que ayudará a nivelar la diferencia de precios entre los combustibles verdes y los fósiles.
Los 10 mayores países emisores de dióxido de carbono procedente de la producción de energía descargaron un récord de 24.500 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono (CO2) en 2023, según la Revisión estadística de la energía mundial de 2024 del Instituto de Energía. Esa cifra colectiva fue 582 millones de toneladas más que el total de 2022, y se produjo a pesar de los recortes anuales de emisiones en cinco de los 10 principales contaminadores a nivel mundial.
No fue una sorpresa que una reunión de alto nivel de ministros de la OPEP+ optara por mantener la política de producción sin cambios, ya que el mercado mundial de petróleo crudo está casi exactamente donde lo quiere el grupo exportador.
La razón por la que la generación total a partir de energías renovables no superó el 90% el 24 de octubre fue que algunas energías renovables se redujeron, en gran parte debido a los precios negativos de la electricidad al por mayor.
Para lograr un planeta más limpio, más verde y sostenible, el mundo necesita ser mucho más eficiente energéticamente que nunca y debe aprender a “hacer más con menos”. Los beneficios de la eficiencia energética son muchos y han quedado bien documentados a lo largo del tiempo.
Brasil generó casi el 93% de su electricidad a partir de fuentes limpias durante los primeros nueve meses de 2023, más de 2 puntos porcentuales más que en el mismo período de 2022 y la mayor proporción de energía limpia entre las principales economías.