Eduardo Kovacs



Eduardo Kovacs

En Chile, hablar de infancia vulnerada se ha convertido en una frase recurrente, cargada de dolor, pero vacía de consecuencias reales. Mientras la clase política intercambia buenas intenciones y discursos, las residencias que acogen a niños, niñas y adolescentes víctimas de abandono, violencia o negligencia extrema enfrentan una crisis financiera profunda, prolongada y peligrosamente invisibilizada. Una crisis que, si no se enfrenta con decisión, puede terminar por clausurar décadas de trabajo silencioso, comprometido y profundamente humano.