El mercado de oficinas en América Latina dejó atrás la pandemia y entró en una fase de recuperación sostenida. Según el último Informe del Mercado de Oficinas de América Latina 2025 de JLL, la demanda regional aumentó un 50 % interanual durante el segundo semestre de 2024 y el primero de 2025, impulsada por la reactivación económica, la adopción madura del trabajo híbrido y la búsqueda de espacios premium.
Este crecimiento permitió que la vacancia cayera a niveles similares a los de 2019 y estabilizó los valores de arriendo en los principales mercados corporativos de la región.
“Las oficinas recuperaron su protagonismo. Ahora deben dar el salto de calidad que requieren las compañías y sus colaboradores”, afirma Guido Mosin, Director de Research para Greater Latin America en JLL.
Santiago vive su mejor semestre desde 2018
El informe revela que Santiago registró su semestre más activo en seis años, alcanzando una absorción neta trimestral de 35.672 m², su mejor desempeño desde 2018. La vacancia general descendió a 8,8 %, mientras que las rentas de oficinas clase A aumentaron 3,5 %, alcanzando los USD 22,2/m²/mes.
Los submercados de Providencia y Santiago Centro concentraron el 75 % de la nueva demanda, lo que refleja un retorno sostenido hacia zonas consolidadas y cercanas al transporte público.
“La tendencia positiva se mantendrá gracias a la confianza empresarial y la mejora en las condiciones de ocupación”, comenta Alessandro Piffardi, Research Analyst de JLL Chile.
Panorama regional: ¿cómo se comportan otros mercados?
El estudio muestra que la recuperación se replica en varios países:
Ciudad de México: vacancia baja de 20 % a 17,4 %, con absorción positiva por sexto trimestre consecutivo.
Bogotá: rentas estables y demanda concentrada en oficinas premium.
Buenos Aires: leve caída de vacancia por primera vez desde 2020.
Lima: vacancia desciende a 16 % y crece la relocalización hacia edificios clase A.
Montevideo: mantiene las rentas más altas de la región, llegando a USD 34,4/m²/mes.
La región en su conjunto consolida una tendencia que deja atrás definitivamente el impacto de la pandemia y abre un nuevo ciclo de inversión y ocupación corporativa.