La violencia en pareja afecta el doble a la salud mental de las mujeres que de los hombres, una brecha expuesta en el Barómetro Juventud y Género 2025 del Centro Reina Sofía de Fad Juventud, en el que se muestra que entre quienes han sufrido violencia en la pareja, el 44 por ciento de las mujeres declara haber tenido problemas de salud mental, frente al 19,6 por ciento de los hombres.
De hecho, las mujeres presentan porcentajes superiores en prácticamente todos los indicadores analizados como los problemas de salud mental (44 por ciento), el sentimiento de culpa o vergüenza (43,7 por ciento), los problemas de sueño (31,1 por ciento), el deterioro de la autoestima (35,1 por ciento) o cambios en su forma de ver y experimentar el sexo (28,7 por ciento).
Entre los hombres, los porcentajes son "sistemáticamente más bajos" y se concentran en consecuencias más situacionales, como evitar ciertos lugares, la pérdida o cambio de amistades, cierre o restricción de redes sociales.
El informe, que cuenta con Santander y Telefónica como Patrocinadores Fundadores y está financiado por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género del Ministerio de Igualdad, también demuestra la existencia de desigualdades en otras experiencias como la violencia sexual, la violencia de control, la degradación emocional o el miedo, en los que los valores femeninos siempre superan "ampliamente" a los masculinos.
Un 20,3 por ciento de las mujeres jóvenes afirma haber sido forzada a mantener relaciones sexuales cuando no quería, mientras que entre los hombres jóvenes la cifra es del 8 por ciento, unos datos que se dan a conocer en el marco del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Entre las conductas más extendidas destacan las dinámicas de control, pues un 27,3 por ciento de las encuestadas declara que su pareja le ha revisado el móvil, frente al 17 por ciento de los hombres. Sin embargo, un 27,1 por ciento de las mujeres reconoce tener conductas de control, en comparación con el 13,3 por ciento de los hombres.
Otro 32,1 por ciento de las mujeres afirma haber sufrido enfados por no responder de inmediato a mensajes o llamadas, una proporción que "prácticamente duplica" la registrada entre los varones (17,5 por ciento).
Los encuestados también han mostrado que la violencia se encuentra "prácticamente omnipresente" en los vínculos afectivos y sexuales de las personas jóvenes, y es que solo el 12,9 por ciento de los jóvenes afirman no haber presenciado ninguna de las situaciones de violencia en su entorno cercano.
DIFERENCIAS EN LA PERCEPCIÓN DE LA VIOLENCIA
En la investigación se ha destacado las diferencias que existen entre los hombres y las mujeres a la hora de percibir la violencia de género en su entorno, pues el porcentaje de las mujeres supera entre 10 y 30 puntos porcentuales al de los hombres, llegando en muchos casos a ser más del doble.
Los autores del estudio han argumentado que esta situación podría relacionarse a la mejor posición de las mujeres para identificar la violencia de género en su entorno, sobre todo por ser las principales destinatarias de este tipo de violencia o por un mayor acercamiento a movimientos feministas.
"Los datos de violencia sufrida en pareja por parte de la juventud también muestran de forma inequívoca que los porcentajes de las mujeres son muy superiores a los de los hombres, especialmente si ponemos el foco sobre la violencia de control, la desvalorización o degradación y la violencia sexual", han incidido.
Estas diferencias también se dan en la violencia ligada a la deshumanización y la degradación. Los insultos y las humillaciones a manos de la pareja han sido experimentados por el 24,8 por ciento de las mujeres, frente al 11,1 por ciento de los hombres.
Del mismo modo, se han observado diferencias en la acumulación de violencias, pues a partir de cuatro formas de violencia sufrida, los porcentajes de mujeres superan entre seis y once puntos a los de los hombres.
Los autores del texto han destacado que existen diversos factores que pueden ayudar a contextualizar estos resultados, como el hecho de que las mujeres suelen disponer de más herramientas para identificar y nombrar comportamientos problemáticos, tienden a ser más autocríticas y muestran una mayor disposición a reconocer acciones que perciben como inadecuadas.
Por su parte, los hombres "pueden minimizar o justificar" estas conductas por sesgos de deseabilidad social, o por dificultades para reconocerlas como formas de violencia. Además, las preguntas no permiten conocer la intención, el contexto ni la intensidad de estas acciones, por lo que "no es posible equipararlas".
CRECEN LAS IDEAS NEGACIONISTAS DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO
La idea de que 'la violencia de género es un problema social muy grave' continúa creciendo y pasa del 63,3 por ciento registrado en el corte anterior, al 67,7 por ciento, el nivel "más alto" hasta el momento.
Este incremento ha ido de la mano del aumento de otras posturas "más problemáticas", y es que quienes creen que 'siempre ha existido y es inevitable' suben del 30,1 por ciento en 2023 al 36,5 por ciento.
Las posiciones negacionistas, como afirmar que 'no existe, es un invento ideológico', han subido igualmente del 18 al 20,3 por ciento, unas visiones más frecuentes en los hombres, lo que también se relaciona con el crecimiento del apoyo a ideas que sitúan a los varones en desventaja ante la ley, con un 50,8 por ciento que cree que 'están desprotegidos ante denuncias falsas por violencia de género'. Otro 44,6 por ciento considera que 'han perdido la presunción de inocencia'.
Todos estos datos han sido extraídos de las percepciones, experiencias y actitudes de jóvenes de 15 a 29 años en torno a la violencia de género, a través de una encuesta en la que han participado 1.528 jóvenes. Como novedad, en esta edición se ha consultado también a población adulta, llegando a las 3.327 personas encuestadas.