(MUNDOMARITIMO.CL) Maersk la semana pasada revisó al alza sus expectativas para 2025. La línea naviera proyecta ahora un EBITDA de entre 8.000 y 9.500 millones de dólares, frente a la estimación previa de 6.000 a 9.000 millones. El EBIT se ubicaría entre 2.000 y 3.500 millones, superando el rango anterior de 0 a 3.000 millones. La mejora responde, en parte, a un ajuste en las proyecciones de crecimiento del mercado global, que pasaron de un rango de -1% a 4% a un rango de 2% a 4%.
Por otro lado, la línea naviera espera que la interrupción del tránsito en el Mar Rojo se prolongue durante todo 2025. En la proyección anterior consideraba que la reapertura parcial podría darse a mediados de año; ahora anticipa que será hacia el cierre de 2025, según indicó en sus resultados, lo que en parte explicaría la mejora en las expectativas, considerando el efecto impulsor de las tarifas que implica el bloqueo de esta vía a la navegación.
Entonces ¿mejora el panorama en general para las líneas navieras? No, por cierto.
Si bien, la demanda global de transporte marítimo de contenedores registró un crecimiento de 2,6% en junio, de acuerdo con los últimos datos publicados de Container Trade Statistics (CTS), las exportaciones desde Norteamérica y Europa presentaron descensos interanuales y aún queda por ver los resultados que arroje julio.
En cuanto a expectativas para lo que viene, CTS anticipó que si bien el desempeño de junio demuestra la resiliencia del mercado, “nuevas rondas de aranceles podrían poner a prueba el impulso a partir del segundo semestre”.
Y bueno, el momento de la prueba ha llegado.
Escalada arancelaria
El 7 de agosto entraron en vigor los aranceles recíprocos impulsados por el Presidente de EE. UU., Donald Trump, afectando a socios comerciales clave como Corea del Sur, Japón, la Unión Europea, el Reino Unido, Vietnam, Filipinas e Indonesia, con tasas que van del 10% al 20%, un caso aparte fue el de Brasil, a cuyos bienes se impuso un arancel del 50%.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que la aplicación de estas medidas reducirá el crecimiento económico mundial en 0,2 puntos porcentuales este año. Esto, más el fin de la tregua arancelaria entre EE. UU. y China, previsto para el 11 de agosto, y la posibilidad de nuevos gravámenes a sectores específicos como semiconductores y farmacéuticos, aumentan la incertidumbre. En todo caso, Trump señaló a CNBC que “estamos muy cerca de un acuerdo con China y podríamos tener una cumbre con el presidente Xi Jinping este año”.
En paralelo, La Oficina del Representante Comercial de EE. UU. (USTR) fijó aranceles para buques de origen u operación vinculada con China a partir del 14 de octubre. El cobro estará a cargo de la Aduana estadounidense, y el incumplimiento podría impedir operaciones portuarias o retrasar salidas.
De cumplirse la medida, el analista de la industria marítima, Lars Jensen, adelanta que se espera que las navieras reorganicen sus flotas en las próximas semanas para retirar buques de construcción china de las rutas hacia EE. UU. En ese sentido, remarca que “Ocean Alliance tendrá una desventaja competitiva, ya que Cosco/OOCL afrontará tarifas más altas en todos sus buques por ser operadores chinos”. Advirtió además que reemplazar estas naves por buques de CMA CGM o Evergreen no es totalmente viable en la práctica.
Tarifas spot siguen en baja
Con lo anterior como telón de fondo, las tarifas spot continúan debilitándose en las principales rutas globales. El World Container Index (WCI) de Drewry reflejó descensos en Asia-Europa y en el Transpacífico. La ruta China–Costa Este de EE. UU. (USEC) cayó 7% semanal, descendiendo bajo los US$4.000/FEU por primera vez desde mayo. Hacia la Costa Oeste (USWC), las tarifas están en su nivel más bajo desde fines de 2023.
Datos de Xeneta muestran que las tarifas desde el Lejano Oriente a la USWC se ubican en US$2.098/FEU, mientras que hacia la USEC alcanzan los US$3.311/FEU. En términos interanuales, las tarifas en la ruta Transpacífico han sufrido descensos pronunciados: -62% hacia la USWC desde junio y -53% hacia la USEC.
El analista jefe de Xeneta, Peter Sand, destacó que las líneas navieras han intentado frenar la caída mediante una gestión más estricta de la capacidad, duplicando el número de cancelaciones de itinerarios (blank sailings) desde mediados de junio. “La drástica caída de tarifas spot se ha desacelerado en agosto, lo que muestra cierto éxito, pero no suficiente para detener la tendencia bajista”, señaló.
Con una flota global en una situación de sobrecapacidad y proyecciones de demanda moderadas, el desafío para las líneas navieras sigue siendo sostener las tarifas. No obstante, indica que esta puede ser una causa perdida “Mantener las tarifas elevadas será como intentar contener la marea, por mucho que se esfuercen los operadores”, advirtió Sand.