La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) entregó su visión sobre la Cuenta Pública 2025 presentada hoy por el Presidente Gabriel Boric, señalando que “siendo la economía uno de los ejes centrales de la reciente Cuenta Pública, hubiésemos esperado anuncios más decididos y ambiciosos en torno a una estrategia de desarrollo que nos permita romper con la preocupante trayectoria decreciente de nuestro crecimiento potencial”.
Al respecto, la presidenta de la CCS, María Teresa Vial señaló que “en las últimas décadas hemos transitado desde un crecimiento estructural superior al 6,5% en los años noventa, a un 4,5% en los 2000, 3% en la década pasada y apenas 2% en la actualidad. Si no se despliegan acciones concretas y urgentes, corremos el riesgo de caer aún por debajo de esos niveles en los próximos años”.
Agregó que “este escenario no es sostenible frente a los compromisos permanentes que ha asumido el Estado en materia de financiamiento de beneficios sociales, equilibrio fiscal, generación de empleo e inversión. Tampoco lo es desde la perspectiva del bienestar real de las personas”.
En materia laboral, Vial Comentó que “resulta indispensable reconocer que buena parte de los avances impulsados en la agenda laboral del gobierno han tenido como costo un significativo encarecimiento de la contratación. Esto ha debilitado el mercado del trabajo, incrementado su rigidez y dejado pendiente la reforma estructural que Chile necesita desde hace décadas: modernizar el sistema laboral, adaptarlo a las nuevas formas de producción y a los cambios culturales que vive nuestra sociedad”.
“El costo de esta omisión ha sido alto. Hoy tenemos a medio millón adicional de personas fuera del mercado laboral formal, muchas de ellas ni siquiera se contabilizan como desempleadas porque han perdido el incentivo de buscar trabajo. La economía no solo crece menos, también genera menos empleo por cada punto de crecimiento. A ello se suma una productividad laboral estancada hace una década, frente a un salario mínimo que se ha duplicado en el mismo período. Como resultado, las nuevas vacantes laborales han caído casi un 30% en cinco años”, señaló.
Añadió que, aunque la informalidad muestra una leve baja en cifras oficiales, se ha convertido en un fenómeno más complejo y dañino. La presencia de organizaciones criminales y de informalidad migrante irregular —frecuentemente invisible para las estadísticas— agrava esta situación.
“Reconocer estos retrocesos no es pesimismo, sino una condición para avanzar en una agenda laboral transformadora que ponga en el centro a quienes están fuera del empleo formal. También es una advertencia sobre el riesgo de seguir impulsando proyectos legislativos que, aunque bienintencionados, encarecen la contratación sin prever sus efectos colaterales”.
La presidenta de la CCS valoró gestos hacia políticas que incentiven la contratación y reafirmó el apoyo a la urgencia de avanzar en la Sala Cuna universal. “Sin embargo, su actual diseño de financiamiento debe revisarse. Es posible y deseable aplicar incentivos tributarios que compensen los mayores costos laborales que hoy enfrentan las empresas”.
Sobre desempleo e informalidad, Vial sostuvo que “mientras más se cargue de costos al trabajo formal, más se incentiva la informalidad. Por eso, insistimos en que aumentos de costos laborales, si no van acompañados de medidas compensatorias o de modernización, terminan siendo distorsiones que afectan directamente la empleabilidad”.
Finalmente, valoró que la Cuenta Pública destaque el rol estratégico de la inteligencia artificial, pero advirtió que la actual propuesta de ley para regularla podría transformarse en un bloqueo regulatorio. “Chile debe ser protagonista de esta revolución tecnológica, con políticas que promuevan su adopción y uso para crear nuevas industrias y empleos, no que las frenen”.