Identificar de forma precoz el deterioro cognitivo y la discapacidad física asociada a las fases de inflamación crónica que conlleva la esclerosis múltiple serán dos de los grandes retos relacionados con esta enfermedad en la próxima década.
Así lo ha asegurado el doctor José Meca Lallana, jefe de Sección de Neurología del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia en una entrevista a Europa Press con motivo del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, que se celebra el 30 de mayo.
El deterioro cognitivo está presente desde las primeras fases de la enfermedad en una elevada proporción de pacientes y puede llegar a afectar hasta el 80% de ellos, "que ven reducido su rendimiento laboral y académico, su capacidad económica y sus relaciones sociales y familiares", afirma el experto.
El doctor Meca explica que la esclerosis múltiple presenta una vertiente aguda en forma de brotes y otra vertiente crónica. "En la actualidad disponemos de fármacos de alta eficacia para la vertiente aguda, pero para frenar la discapacidad producida por la inflamación crónica disponemos de pocas opciones terapéuticas", lamenta.
UNA ENFERMEDAD RELATIVAMENTE FRECUENTE
La esclerosis múltiple afecta a cerca de 55.000 personas en España, lo que hace de ella una enfermedad relativamente frecuente, y cada año se diagnostican alrededor de 2.500 nuevos casos. Dado que los primeros síntomas son muy inespecíficos y pueden confundirse con otras patologías, el diagnóstico temprano es muy difícil.
El doctor Meca advierte que el retraso en el diagnóstico implica una demora en el inicio del tratamiento "y precisamente el tratamiento precoz se ha mostrado como una de las estrategias más efectivas para el control de la enfermedad".
En este sentido, el experto recuerda que diferentes estudios han demostrado que el uso de fármacos de alta eficacia en pacientes de mal pronóstico mejora de forma significativa sus expectativas. "Los nuevos tratamientos alta eficacia han supuesto un cambio en el paradigma del abordaje terapéutico de la esclerosis múltiple", añade.
SEGUIMIENTO CON TECNOLOGÍAS DIGITALES
Aunque el seguimiento clínico y radiológico sigue siendo fundamental, el doctor Meca explica que el uso de tecnologías digitales como aplicaciones móviles y dispositivos portátiles facilitan el seguimiento remoto y la recopilación de datos en tiempo real.
"Muchos pacientes ya los utilizan para valorar su capacidad para andar, por ejemplo, y esos datos después nos los trasladan en la consulta y son de mucho valor para el clínico", subraya el experto.
El doctor Meca también destaca la incorporación a la práctica clínica de dos biomarcadores que "han mostrado ser de gran valor para establecer el pronóstico de la enfermedad y el grado de respuesta al tratamiento". En su opinión, estos biomarcadores complementan los datos clínicos y radiológicos y facilitan la toma de decisiones terapéuticas para los pacientes.
