La digitalización está obligando a todos los negocios a actualizarse, sin importar el sector y, para ello, resulta imprescindible poder acceder a herramientas eficaces para centralizar, automatizar y optimizar los procesos de venta. Es el caso de la hostelería, que requiere de sistemas que se adapten al ritmo frenético al que acostumbra.
Contar con un buen software TPV hostelería se ha convertido en algo vital, hasta el punto de que algunos de ellos son capaces de integrar diversas tecnologías, tal como punto de venta, cumplimiento normativo o control financiero, entre otras. Esto se ha convertido en una necesidad indispensable para cualquier negocio que requiera crecimiento y sostenibilidad.
El dinamismo característico de bares, cafeterías y restaurantes hace que cualquier fricción en la toma de comandas o el cobro se traduzca en pérdidas de tiempo y, a menudo, de clientes. Por eso, contar con un TPV para restaurantes adaptado al flujo real de trabajo del sector resulta esencial.
Una solución avanzada permite registrar pedidos desde diferentes dispositivos, sincronizar mesas, segmentar zonas de servicio y enviar las comandas directamente a cocina o barra sin demoras. Esta velocidad de transmisión de datos evita confusiones entre camareros y cocina, acorta los tiempos de espera y reduce los errores derivados de procesos manuales. "El resultado es un servicio más eficiente, menos devoluciones y mayor rotación de mesas", explican los expertos.
EL COBRO: PUNTO CRÍTICO EN LA OPERATIVA HOSTELERA
El momento del cobro representa uno de los puntos críticos en cualquier operativa hostelera. No se trata solo de aceptar pagos en efectivo, tarjeta o dispositivos móviles, sino de hacerlo con fluidez, rapidez y sin interrumpir el ritmo del local. Un terminal punto de venta de hostelería con infraestructura propia de pagos, como el que ofrece Loomis Pay, evita la dependencia de terceros y mejora la seguridad financiera del negocio.
Gracias a la integración entre el sistema de comandas y el cobro, cada operación queda registrada sin saltos ni duplicidades. Esto mejora la conciliación contable, reduce el margen de error humano y facilita la supervisión de ingresos en tiempo real. Asimismo, la posibilidad de recibir pagos mediante códigos QR o enlaces personalizados agiliza el cobro en mesas, reparto o takeaway.
Al mismo tiempo, estas herramientas de software permiten un cumplimiento fiscal sin complicaciones. Uno de los cambios más significativos en el entorno normativo es la entrada en vigor del RD 1007/2023 (Ley Antifraude), que obliga a emitir tickets inalterables, con registros inviolables y auditables. Esta normativa busca prevenir el fraude y garantizar la trazabilidad fiscal de cada venta realizada. Un programa TPV diseñado especialmente para el restaurante que se ajuste a esta ley incorpora mecanismos automáticos para garantizar la integridad de la información.
Entre ellos, se incluyen la generación de tickets con firma digital, el almacenamiento seguro de datos y la posibilidad de incluir códigos QR que permitan al cliente verificar la autenticidad del comprobante. Los expertos explican que cumplir con estos requerimientos protege al negocio de sanciones, pero también "transmite confianza y profesionalismo".
TECNOLOGÍA QUE APORTA UNA VENTAJA COMPETITIVA
Por otro lado, contar con una plataforma unificada que combine la toma de pedidos, la gestión de cobros, el control de stock y los reportes de actividad, simplifica la administración diaria y libera tiempo para enfocarse en mejorar la experiencia del cliente.
Este nivel de integración elimina la necesidad de soluciones fragmentadas y garantiza la coherencia de la información desde el pedido inicial hasta la liquidación bancaria. De igual manera, al ser una plataforma propia, se reduce la posibilidad de errores técnicos derivados de la interconexión entre aplicaciones de terceros. Esto se traduce en una operativa más estable y en una mejora continua basada en datos fiables.
Otros aspectos que se valoran de este tipo de herramientas es su capacidad para ofrecer informes detallados en tiempo real sobre ventas, medios de pago, platos más solicitados o productividad por empleado, así como facilitar una comunicación fluida entre camareros, cocineros y personal de caja.
Asimismo, es importante tener en cuenta que el entorno digital también exige responsabilidad en la gestión de los datos de clientes y operaciones. Un programa TPV restaurante de última generación incorpora medidas de seguridad avanzadas como cifrado de extremo a extremo, acceso restringido por perfiles y almacenamiento en la nube con copias de seguridad automatizadas.
Esto garantiza el cumplimiento con normativas como el RGPD y la continuidad del negocio ante imprevistos técnicos o ataques informáticos. En un escenario donde la confianza es clave para la fidelización del cliente, contar con una infraestructura robusta se convierte en una ventaja decisiva.
Por último, los expertos advierten de que resulta fundamental contar con un equipo de soporte que brinde asistencia técnica continua, formación y actualizaciones constantes. De esta forma, Loomis Pay provee la tecnología, el conocimiento y el acompañamiento necesarios para que cada negocio saque el máximo partido a su TPV. Esto asegura una implementación sin fricciones, un uso eficiente de las funcionalidades y una adaptación progresiva a las necesidades específicas de cada local.