Definitivamente no entiendo los postulados detrás del programa MAGA (Make America Great Again). Yo le respondería con las siglas AIGA (America Is Already Great).
Veamos.
De las diez empresas más valiosas del mundo por capitalización de mercado, ocho son norteamericanas, y dos son de Taiwan (NVIDIA y Taiwans Semiconductor Company). De las diez empresas más grandes por ventas, cinco son norteamericanas, cuatro son chinas y una es árabe. Claramente el mercado valora más las empresas tecnológicas y financieras (nueve de las diez más valiosas son tecnológicas y una financiera) que las industriales o de materias primas. El desarrollo está en aquéllas más que en éstas. Entre los llamados “Siete Magníficos” seis son norteamericanos (Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta y Tesla) y uno de Taiwán (NVIDIA). Juntos representan el 32% del valor de capitalización de las 500 acciones del S&P.
¿Por qué ese afán de reindustrializar Estados Unidos con manufacturas en las que claramente no tiene ventajas competitivas?
General Motors dejó de ser el mayor constructor de automóviles el año 2009, cediendo su puesto a Toyota. Y no fue por un tema de aranceles. El auge de Toyota se vio impulsado por su enfoque en la innovación y el lean manufacturing. Su "Sistema de Producción Toyota" priorizaba la eficiencia, la calidad y la minimización de desperdicios, lo que les permitía producir vehículos confiables a precios competitivos. Si GM quiere recuperar su puesto, debería apuntar a eso mismo. Aumentar aranceles no va a resolver nada – además que Toyota tiene 4 fábricas en Estados Unidos.
Los dos principales afectados con las nuevas tarifas arancelarias a China son dos de las empresas norteamericanas más valiosas del mundo, Apple y Tesla. Se ha calculado que, si Apple traslada su producción a Estados Unidos, el precio del iPhone se dispararía a 3.500 dólares. Ahora tanto Apple como Tesla se verán en medio del fuego cruzado entre Estados Unidos y China, pudiendo perder el mercado chino de sus productos (el segundo en importancia para ambos) y quedando fuera por precios en el resto del mundo. Una destrucción de valor de mercado de dos empresas norteamericanas. Eso es dispararse a los zapatos.
La fortaleza de Estados Unidos está en su tecnología, en su capacidad de innovación. Y lo están pasando por el lado… porque China ha liderado últimamente el registro de patentes gracias a su enfoque en la innovación tecnológica y su creciente inversión en investigación y desarrollo. Este liderazgo refleja su estrategia para consolidarse como una potencia tecnológica global. Es aquí donde se va a dar la pelea, no en los aranceles.
Es una pelea absurda donde Estados Unidos saldrá perdiendo. Creo que por eso China – que tiene una visión de más largo plazo, porque su poder político no está afecto a elecciones – está respondiendo golpe por golpe a Estados Unidos. Mientras más se centre la disputa en los aranceles, mayor importancia adquiere la innovación. Ya mostró China su capacidad, generando una plataforma de IA (Deep Seek) que es capaz de entrenar y operar Inteligencia artificial generativa a una centésima parte del costo, encima usando tecnología más antigua. ¿Se imagina el lector que debido a la presión de los aranceles sean capaces de repetir la hazaña en otras áreas estratégicas de la economía del conocimiento?
En definitiva, creo que esta contienda no la va a ganar la economía más fuerte, sino la más astuta.
Good luck, America! Stop the nonsense!
Alfredo Barriga
Profesor
UDP