El 26 de febrero fue aprobada en la Unión Europea la iniciativa llamada Paquete Ómnibus, la cual busca reducir la carga administrativa de las empresas y que aún así, sigan siendo competentes en el mercado sin comprometerse en materia de sostenibilidad.
¿Buscar un equilibrio para no ahogarse en burocracia?
La propuesta si bien, trata de ser una ayuda para no enterrar a las empresas en papeleo, también simplifica la recopilación y reportes de datos, eliminando requisitos para estandarizar la información. Sin embargo, al aprobar esas acciones está eximiendo a más del 80% de las empresas que estaban incluídas en reportes de sostenibilidad, y en otros procesos como de debida diligencia y la taxonomía, lo que debilita el compromiso empresarial con la sostenibilidad a largo plazo.
Debido a esto, al estandarizar las empresas se evitarán hacer divulgación de sus procesos, que propiciará el greenwashing, publicidad falsa de organizaciones que no tienen estándares oficiales sostenibles, generando un retroceso importante en la transparencia y debilitando directamente las prácticas ESG.
¿Dónde quedan las pymes con este nuevo modelo?
Uno de los principales desafíos para los empresarios será la adaptación hacia los nuevos formatos de reportes, el fortalecimiento de verificación externa y la necesidad urgente de integrar datos ESG en la gestión con la finalidad de transformar su gestión en una más estratégica.
Ante esto, también deben considerar incorporar la comunicación a través de estándares internacionales como lo son el GRI (Global Reporting Initiative) o la guía de reportabilidad voluntaria para pymes, elaborada por EFRAG (Grupo Asesor Europeo de Información Financiera) en diciembre pasado.
Las acciones que pueden ejecutar ahora las organizaciones son digitalizar la gestión ESG, revisar la doble materialidad y monitorear las regulaciones, ya que estos cambios seguirán evolucionando.
Las consecuencias del Paquete Ómnibus en Chile y el resto del mundo
En Chile aún sigue siendo la regulación un factor diferenciador, y anticiparse de forma voluntaria a estos estándares puede llegar a ser una ventaja estratégica en mercados internacionales. No obstante, lo importante ahora es encontrar el balance adecuado entre flexibilidad y compromiso real con la sostenibilidad.
Si bien puede parecer un panorama desalentador, la invitación es no ver el Paquete Ómnibus como una desregulación o un retroceso, sino también como una oportunidad para tener momentum e implementar prácticas que realmente ayuden a posicionar a las empresas que estén 100% comprometidas con el desarrollo de la sostenibilidad.
María Paz Avilez
Gerente de Sostenibilidad en aBanza Empresas