El conflicto armado que enfrenta a Ucrania con Rusia está cambiando la forma de hacer la guerra. Y en el centro de esta transformación están la innovación, el talento y la tecnología. Una reciente publicación en The Economist profundiza en esta materia.
Uno de los cambios disruptivos es el uso de drones con fines militares. Por el lado ruso, con el apoyo de Irán. Por el lado de Ucrania, con la conjunción de la industria local y partes y piezas externas.
Mucho más económicos y eficientes que cualquier otra arma de artillería, Ucrania ha sido capaz además de añadirle a los drones Inteligencia Artificial (IA) para anular el sistema que utilizó Rusia inicialmente para abortar sus misiones a través de la interferencia de la señal de GPS del dron ucraniano. Ahora, usando IA guían el dron hacia su objetivo en las etapas finales del vuelo. Los datos del campo de batalla dicen que la tasa de acierto de estos drones guiados por IA está actualmente por encima del 80%, más alto que la tasa de drones pilotados manualmente, lo cual es un caso de uso exitoso de inteligencia artificial Lo que es más importante, la carga de capacitación disminuye drásticamente. Un operador puede recibir capacitación en 30 minutos, y la calidad de la misión no depende de sus habilidades de pilotaje.
La capacidad de Ucrania de crear drones usando partes y piezas que se compran “en la esquina” es asombrosa. Los modelos de dron ruso de mayor precisión (como el Lancet) cuestan US$ 30,000. Los ucranianos han desarrollado drones de mayor alcance, mayor efectividad y mayor productividad, al llevar más explosivos y volar más lejos por dólar. Ucrania está usando a su favor la Ley de Moore, por la cual el costo de unidad de performance se reduce a la mitad cada 18 meses. Solo que en su caso la reducción es mayor y en menor espacio de tiempo. A comienzos de 2025 comenzará a construir drones que no cuestan más que un Smartphone. Y esto no es más que el comienzo. Uno de los proveedores de drones del ejército de Ucrania dice que en un año más tendrán operativo un prototipo completamente automatizado, a un precio de solo US100 cada uno. Lo más notable es que esto ha sido hecho por ucranianos en Ucrania, aunque usen hardware y software externo.
Los drones en el caso de Ucrania cumplen tanto un rol ofensivo como defensivo. El primero consiste en golpear objetivos en campo enemigo. El segundo consiste en interceptar los drones enemigos. En este segundo caso han interceptado y destruido más de 850 drones rusos.
Los drones, que alguna vez fueron una respuesta barata al dominio de la artillería rusa, son ahora una fuerza por derecho propio. Se utilizan a gran escala, previéndose que este año Ucrania produzca 2 millones de unidades. Los drones son ahora responsables de la mayoría de las pérdidas en el campo de batalla, superando a la artillería, según fuentes ucranianas.
Los drones definitivamente han entrado en la historia militar. Baratos, efectivos y letales, no sabemos aún qué lugar ocuparán en los ejércitos modernos, pero podemos hacernos una idea clara viendo lo que ya está ocurriendo en la guerra entre Rusia y Ucrania.
Como todo en la vida, esto tiene su lado oscuro. Se ha reducido dramáticamente el costo de matar una persona o destruir un objetivo. La guerra ha cambiado. El rol de los ejércitos puede estar cambiando hacia la consolidación de los territorios conquistado por los drones más que a la conquista en sí misma. Con los precios señalados para un dron, los conflictos armados en el mundo entre o dentro de países pueden escalar. Es en las “pequeñas guerritas” y en el terrorismo donde temo su uso. Pero también pueden ser usados eficientemente en el combate al narcotráfico. La amenaza de Trump de usar drones contra objetivos específicos en México la tomaría muy en serio.
Alfredo Barriga,
Profesor UDP