Flow tiene más de 10 años en el mercado y este paso, junto al desarrollo constante de nuevos productos, servicios, tecnologías y medios de pagos hacen que continue siendo pionero en la industria Fintech, estando fuertemente comprometido con el cumplimiento de las normativas locales que buscan garantizar la transparencia y seguridad en las transacciones electrónicas.
Juan Gregorio Pasten, CEO de Flow, señaló que “esta Declaración de Intención es de gran importancia, pues la regulación representa una oportunidad de fortalecer la confianza de los comercios y consumidores en nuestra plataforma de pagos, al demostrar nuestra capacidad y compromiso con el cumplimiento de los requisitos técnicos y normativos impuestos por el regulador”. Agregó que esto les permitirá acceder a nuevas oportunidades de negocio, establecer colaboración con partners estratégicos potentes, otros actores del mercado y organismos reguladores, además de continuar robusteciendo su propuesta de valor.
El ejecutivo sostuvo que este anuncio implica también para los clientes un mayor nivel de seguridad y confiabilidad en las transacciones realizadas a través de Flow. “Pueden esperar un cumplimiento aún más riguroso de los estándares normativos, lo que busca proteger y fortalecer sus derechos como consumidores”, afirmó. Junto con ello, Flow aprovechará esta coyuntura para implementar nuevas funcionalidades y servicios en beneficio de sus clientes, los que estarán alineados con los nuevos estándares regulatorios más exigentes, asegurando la seguridad del ecosistema.
Desafíos
Juan Gregorio Pasten indicó que “cumplir con parámetros regulatorios puede implicar cambios en los sistemas tecnológicos y operativos de Flow, también en la estructura organizacional y administrativa, debiendo contar con políticas de control y gestión de riesgo que sean robustas y eficientes. Además, surge la obligación de reportería y entrega de información a la autoridad, lo que representan un desafío interesante para nosotros”.
En cuanto al impacto directo que tendrá esta nueva regulación en el modelo de negocios, expresó que “estamos seguros de que mejorará la propuesta de valor, impactará positivamente en la forma como nos relacionamos con nuestros clientes y socios estratégicos, y nos impulsará a la implementación de nuevas tecnologías de seguridad, de estrategias de segregación de servicios, la adopción de prácticas más elevadas de compliance necesarias para alinearse con las nuevas exigencias regulatorias, así como con el establecimiento de condiciones claras y trasparentes”.
Seguridad, beneficios a largo plazo y expansión
Flow ya es una plataforma con un alto nivel de seguridad, que está certificada bajo la norma PCI DSS como proveedor de servicios de nivel 1, cumpliendo con los más altos estándares mundiales de seguridad de la industria. Así mismo, regularmente realiza pruebas de vulnerabilidad y se alinea con partners comerciales que la apoyan en la seguridad de la plataforma y el cuidado de la información. Con este nuevo paso, asegurará la integridad y seguridad de las transacciones mediante la implementación de medidas robustas de ciberseguridad y la adopción de protocolos de cumplimiento normativo que estén alineados con las exigencias de la CMF. Esto incluirá la protección contra fraudes, encriptación de datos sensibles, y auditoría continua de sus sistemas para detectar y corregir posibles vulnerabilidades.
A largo plazo, Flow espera fortalecer su posición en el mercado, ganarse la confianza de un mayor número de clientes y socios, y acceder a nuevas oportunidades de crecimiento tanto en Chile como en otros mercados latinoamericanos. La alineación con la regulación también le permitirá ser más competitivo y estar mejor preparado para responder a los cambios en el entorno regulatorio y de mercado.
Juan Gregorio Pasten señaló, además, que “vemos la regulación cómo un aliado en los proyectos de expansión de Flow en el mercado chileno al proporcionarle un marco de operación claro y reconocido por las instituciones financieras y los consumidores, y por lo tanto, un potente antecedente para expandirse a mercados de la región, donde se valoren altos estándares de regulación y seguridad en las operaciones de pago. Actualmente, Flow ya cuenta con operaciones en Perú y México, mientras que estamos analizando otros mercados que nos parecen tienen un tremendo potencial y donde nuestra marca y cultura empresarial pueden agregar valor”. De esta manera, la regulación viene en un muy buen momento, acompañado también del reconocimiento de la actividad de sub-adquirencia transfronteriza, más conocida como Crossborder, cuyo mercado es sumamente potente a nivel Latam.
Lo que viene
Aún falta que la CMF dicte la norma de carácter general que entregará un marco regulatorio específico para la figura de los operadores sub-adquirentes y la adquirencia transfronteriza, que en general se entiende no distaría mucho de lo que ya existe respecto de un Adquirente. Después de esto, se pasará a la segunda etapa donde Flow deberá obtener la autorización de existencia ante la CMF y la inscripción en el registro de operadores de tarjetas de pago. “Este proceso incluirá una auditoría profunda a nuestros sistemas técnicos y protocolos de seguridad, por lo que será una muy buena oportunidad para validar la fortaleza que ha caracterizado siempre a Flow, así como para contribuir a la implementación de mejoras continuas”, concluyó Juan Gregorio Pasten.