Paula Vildoso Ortiz, Directora de Relaciones Públicas, Universidad Autónoma de Chile

​8-M: una fecha para conmemorar y reflexionar

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Cartas al director 2023

Sr. Director,


El Día de la Mujer nos convoca a una reflexión sobre las brechas aún existentes entre hombres y mujeres en distintos ámbitos, junto el desafío de implementar un trabajo mancomunado para generar las políticas necesarias que entreguen mayor igualdad.


Un aspecto a destacar es la incorporación de las mujeres en el campo educacional y laboral. Sin embargo, las brechas siguen siendo significativas, principalmente, en el tipo de trabajos y en el cumplimiento de roles diferenciados entre hombres y mujeres. Esto se puede reflejar en el hecho que muchas mujeres acceden a la educación superior, pero a medida que se van adquiriendo nuevas responsabilidades familiares (matrimonio e hijos, entre otros), va disminuyendo el acceso a continuar estudios de postgrado.


Según cifras del Observatorio del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, de junio de 2022, un 54% de mujeres estudia carreras de pregrado, pero a medida que se va avanzando en el grado académico, baja su participación. El 50% de estudiantes magíster corresponde a mujeres, mientras que sólo un 42% realiza un doctorado. Aquí pesan los roles establecidos en el cuidado del hogar y la familia, donde la crianza está más arraigada en el seno materno.


También hay diferencias en el área de la investigación. En diferentes cursos que se han dictado, muchas participantes declaran sentirse interpretadas con el “Síndrome de la impostora”, pues dudan de sus éxitos y metas obtenidas. Se sienten un fraude en comparación con objetivos similares conseguidos por hombres.


Sin duda, se ha avanzado en materias de igualdad y equidad de género en el ámbito académico, gracias a las mujeres que lucharon por tener mayores derechos. Sin embargo, aún está pendiente un cambio importante donde la igualdad de mujeres no se vea como un hecho político-partidista o ideológico, sino que como un cambio político de base, transversal a los gobiernos de turno. El cuidado familiar no debe ser visto como una carga que afecte el desempeño laboral y el avance educacional de posgrado de las mujeres que, muchas veces, quieren seguir avanzando en sus carreras, pero no cuentan con los medios o redes para hacerlo.


No se trata de una moda ni de una competencia entre hombres y mujeres. Tampoco de una celebración por el sólo hecho de ser mujeres. La idea es generar los espacios necesarios de reflexión y trabajo para que exista una real equidad en cuanto a oportunidades para desenvolverse en distintos ámbitos.


Se trata también de dar los espacios necesarios para que los cuidados de los hijos y el hogar no estén exclusivamente radicados en las mujeres y que existan roles compartidos. Eso también generaría una buena crianza donde los hijos e hijas podrán crecer en un entorno donde el compartir roles sea algo absolutamente normal.


Con ello, se podrían ir acortando las brechas académicas, educacionales y profesionales, donde las mujeres no tengamos que estudiar una vez que los niños se duerman, después de cocinar y dejar la “casa lista”, sino donde se pueda compartir el cuidado del hogar.


Paula Vildoso Ortiz,

Directora de Relaciones Públicas,

Universidad Autónoma de Chile

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