​Inclusión financiera de migrantes: un desafío multisectorial

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Mauricio Burgos

Ya sea bajo criterios ASG (Ambiental, Social y Gobernanza) u ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), atañe reflexionar para generar instancias que impacten positivamente al bienestar y crecimiento de las personas.


Así, una de ellas es el ODS 10 Reducción de las desigualdades, donde un estudio realizado por la Universidad de Talca junto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) -“Acceso a productos y servicios financieros de la población refugiada y migrante en Chile”- revela aspectos relevantes.


Uno de ellos es que el 90,5% de los migrantes se ha visto afectado por dificultades para obtener productos financieros; existen barreras esenciales que los explican como no disponer de cédula de identidad (68,5%) y permanencia definitiva (69,7%). Otros de los obstáculos mencionados son la falta de información (64,5%) y altos costos y comisiones.


La investigación también señaló que aunque los encuestados tenían un alto nivel de inclusión en su país con cuenta corriente (87,3%), cuenta de ahorro (86,1%) y tarjeta de crédito (72,9%), ello choca con la vivencia en Chile, por ejemplo, con la cuenta RUT (60%) y la tarjeta de crédito (20%).


Pese a que Chile, de acuerdo al Global Findex 2021, presenta el mayor nivel de bancarización de América Latina y el Caribe con un 87%, llama la atención que los casi dos millones de migrantes, entre regularizados y los que no, presenten este tipo de dificultades para acceder al sistema financiero.


La banca en nuestro país es un sector altamente regulado y las entidades para evitar riesgos disponen de procesos preventivos que determinan el público objetivo al cual atender. Quienes no califican para operar en este mercado formal, probablemente buscarán otras vías, tal vez no las mejores, quedando expuestos al abuso sobre esa necesidad o urgencia.


En consecuencia, mejorar la inclusión financiera debe ser una acción multisectorial aunando esfuerzos del Estado, empresas y sector financiero, entre otros, y en la que un aspecto central es regularizar la permanencia, así como la situación laboral de estas personas, ya que son aspectos vitales que les permitirán acceder a productos y/o servicios variados.


Asimismo, los actores financieros tradicionales y aquellos nuevos -empresas Fintech- tienen un gran desafío para generar y llegar con una oferta atractiva y cobros razonables a este grupo desatendido.


Por otra parte, también es necesario generar espacios para que los migrantes se capaciten y conozcan, analicen y evalúen apropiadamente los productos y/o servicios que se les ofrecen para tomar decisiones informadas. En esta labor, las universidades, empresas y gremios del sector financiero pueden realizar un aporte importante.



Mauricio Burgos

Director Auditoría e Ingeniería en Control de Gestión

Facultad de Administración y Negocios

Universidad Autónoma

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