Bonos azules

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Felix Pilay

Ecuador, el caso de los papeles para proteger supuestamente el ecosistema marino y todas las especies en peligro de las Islas Galápagos, está en controversia, pues se habrían hecho emisiones de los llamados “bonos azules” para salvar un tramo de la deuda externa ecuatoriana; lo preocupante del caso es que hasta el momento se desconoce quién fue el emisor, si el gobierno ecuatoriano del presidente Guillermo Lasso o el quebrado banco, de la república de Suiza, denominado Credit Suisse.


La pregunta que los ciudadanos se hacen es: ¿Qué son los bonos azules u otros bonos? En realidad, son papeles que emite un gobierno o una entidad mercantil para que los inversionistas nacionales o internacionales los compren en el mercado de valores y a cambio de esto el Estado o la empresa reciban dinero líquido en forma de préstamos o empréstitos. La entidad que realiza la emisión de bonos y los vende, se compromete con el o los inversionistas a pagar el total del capital recibido más una tasa de interés.


Este hecho ha concitado interés de propios y extraños, quienes tienen serias dudas de una operación financiera extraña, por decir lo menos, ya que está en juego cientos de millones de dólares y el destino del hábitat marino más maravillosos de la humanidad, A nivel internacional y con gran despliegue informativo, se ha mencionado que, en una jugada sin precedente el gobierno de Lasso habría vendido las Islas Galápagos.


Extraña negociación sin duda, ya que es de conocimiento que el mandatario en lo que va de su gestión, no ha adoptado políticas públicas para proteger las especies en peligro de extinción en el archipiélago. Previo al juicio político del que fuera objeto en mayo de 2023, se anunció que el Banco Credit Suisse, compraría parte de la deuda en bonos global que tiene el Ecuador y que ascienden a 17 mil millones de dólares.


Llama la atención que este acontecimiento haya tenido lugar justo cuando el presidente Lasso, para evitar ser destituido en el juicio político instaurado por la Asamblea Nacional, en mayo de 2023, haciendo uso de la Constitución, decretó la muerte cruzada, con lo que disolvió la Asamblea Nacional y convocó a elecciones anticipadas para elegir presidente y 137 asambleístas. En este momento Lasso gobierna por decreto y estará en funciones hasta que se posesione el nuevo presidente que resulte electo.


Sin duda, la negociación fue un acto razonado, ya que el solo anuncio de que Credit Suisse compraría parte de la deuda externa en bonos global, por 800 millones de dólares, provocó que los tenedores de bonos se activen y los papeles de deuda se coticen más alto, contrariamente al comportamiento del mercado financiero que su tendencia es a la baja cuando una nación tiene alto el riesgo país, como es el caso de Ecuador.


Preocupa a los ecuatorianos, que Credit Suisse, sea el que realice la operación financiera, cuando esta entidad un mes antes se había declarado en quiebra y fue rescatado por UBS, su principal competidor, auspiciado por entidades financieras Suiza. Sin duda este fue un golpe maestro del Credit Suisse, ya que por efecto del riesgo país, los bonos del Ecuador tenían descuesto de 40, 50 y 70% de su valor, por lo que, con los 800 millones, que fue inicialmente la propuesta, la entidad financiera internacional bien pudo comprar más 2.000 millones de dólares en bonos ecuatorianos.


Marcelo Larrea, destacado defensor y coordinador de la iniciativa Galápagos Vive, sostiene que no se trata en realidad de la emisión de bonos azules, sino que son bonos sumamente oscuros, porque para la emisión de este tipo de bonos, sean azules o verdes son exclusivamente para proteger ecosistemas y recursos fundamentales de la naturaleza.


Por tanto, se requiere que los bonos tengan un destino definido y un proyecto claro, concreto y sobretodo que puedan ser monitoreados para establecer sus efectos positivos o negativos. De igual manera se requiere que tenga un órgano de control local que garantice que los recursos que se canalicen por efecto de la emisión y venta de los bonos sean objetivamente para el propósito que se plantea. Estos elementos no estuvieron presentes en la negociación, nadie conoce el proyecto, ni el destino de los recursos, por lo tanto, no se trata de bonos azules en el estricto significado de la palabra, concluyó.


El desconocimiento de los términos de la negociación ha levantado inconformidad en la sociedad ecuatoriana, más cuando Credit Suisse anunció que tenía 800 millones de dólares para comprar bonos global, 2030, 2035 y 2040, esto elevó la cotización de los bonos global en el mercado secundario, con lo cual según los entendidos se configuraría un perjuicio a la economía ecuatoriana, ya que en vez de que la caída del precio de los bonos beneficie al Ecuador, los beneficiarios fueron las tenedores de bonos, más cuando, lo que se terminó comprándose fueron 656 millones de dólares en un paquete de aproximadamente 1600 millones de dólares en bonos.


La cereza del pastel de esta negociación, es que terminamos endeudándonos con el BID con 85 millones de dólares que el Ecuador tendrá que pagar con fondos públicos, pero para proteger a los inversionistas las DFC, Cooperación Financiera de Desarrollo de Estados Unidos pone en seguro de riesgo político del 100% de los 656 millones de dólares que es el total de dinero en juego. Lo más curioso de la operación financieras, es que la entidad que se encargará de administrar los fondos no será ecuatoriana, sino que mediante el decreto presidencial 735, el gobierno de Lasso le sede ciudanía a Galápagos Life Fond, entidad constituida días antes de la negociación y que tiene domicilio en Delaware, localidad conocido como paraíso fiscal en los Estados Unidos, que tiene más empresas fantasmas que ciudadanos.


Prof. Félix S. Pilay Toala

Doctor. Economista, Magister en Administración Pública.

Presidente, RED ICALC, (Red de Investigadores Científicos de América Latina y el Caribe)

Pilayfelix071@gmail.com

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