¿Programa de Gobierno o Derechos Sociales Constitucionales?

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Mario Astorga

La semana pasada quedaron consagrados más de veinte derechos sociales en el borrador de la Nueva Constitución: Derecho a la Vivienda de calidad, Derecho a la Ciudad y su Territorio, Derecho al Cuidado, Derecho a la Libertad Sindical, Derecho a la Seguridad Social, Derecho a la Salud, Derecho a la Educación, Derecho al Deporte, derecho al Agua y el Saneamiento, Derecho a la Seguridad Individual, derecho a la identidad, derechos sexuales reproductivos, Derecho a la Participación en la Empresa, etc..

Exigirle al Estado la provisión de todos esos derechos parece un despropósito para un país de ingresos medios como Chile. Es difícil prever como la Comisión de Compatibilización y la de Artículos Transitorios podrán estructurar y priorizar esas reivindicaciones de manera tal que el Estado Chile no caiga en insolvencia y quiebre, como ocurrió con algunos estados del viejo mundo a manos de exagerados derechos sociales.

Si un bien social deseable, como por ejemplo la vivienda de calidad, es proclamado por la Nueva Constitución como un derecho Social, el Estado se convierte en deudor de ese derecho y cualquier chileno se convierte en acreedor del mismo; por ende, cualquier persona que no tiene acceso a la vivienda de calidad podrá demandar al Estado para cumplir con ese derecho consagrado en la Constitución.

Las constituciones suelen garantizar los principios fundamentales de una sociedad: por ejemplo derecho a la vida, derecho a la libertad, derecho a la educación de calidad y derecho a la salud durante el periodo de educación. Poner al mismo nivel del derecho a la vida y a la libertad el derecho al deporte es confundir una constitución con un programa de gobierno.

Si el Estado de Chile le asegura a todos sus habitantes la vida, libertad, educación y salud durante la fase de formación, al cabo de algunos años todas las personas debieran estar en condiciones de "ganarse", vía su trabajo, los demás derechos que se pretende que la Constitución consagre. Obviamente que siempre habrá personas que por condiciones de salud física o mental no estarán en condiciones de autosolventarse los bienes básicos y para ello el Estado deberá proveer servicios y recursos, pero una cosa muy distinta es establecer en la Constitución más de veinte derechos sociales variopintos para TODOS los chilenos.

¿Qué significa el Derecho al Deporte? ¿Qué inhibe actualmente a las personas de hacer deporte? ¿Por qué si a mí me gusta más la música que hacer deporte debería la Nueva Constitución garantizar un derecho al deporte y no a la música? ¿Cuánto deberá invertir el Estado para asegurar el Derecho al Deporte en pequeñas comunidades rurales de baja densidad poblacional? ¿El derecho de quienes deberá asegurar el Estado? ¿A los que les gusta el futbol, o el básquetbol, o el tenis, o el atletismo, etc.? ¿<o debe garantizar el derecho a todos los deportes?

¿Por qué si hoy en día existe el derecho a la sindicalización y solo un 8% de los trabajadores está sindicalizado debe haber un Derecho Social a la Sindicalización? ¿Porque debería haber un derecho a sindicalizarse (confrontación) y no un derecho a cooperativizarse (búsqueda en común de un beneficio)? Una cosa es que el agua sea un bien nacional de uso público, otra muy distinta es convertir el agua en un Derecho Social, es decir obligar al Estado a que le pague el agua a todos los habitantes, etc., etc.

Una vez que se abrió la compuerta de los derechos sociales no parecen haber argumentos sólidos para discriminar unos versus otros y esa lista podría ser interminable y más temprano que tarde hacerse financieramente insostenible para el Estado chileno.

Dado que nuestra sociedad es extremadamente desigual, y que nos demoraremos un par de décadas en que todos hayan tenido acceso a educación y salud de calidad, transitoriamente la sociedad podría asegurar, a los más vulnerables, el acceso a otros bienes básicos, pero no es razonable que la Nueva Constitución los consagre como Derechos sociales, ya que en ese caso es el Estado chileno el que quedará extremadamente vulnerable financieramente o quebrado es incapaz de reaccionar frente a cualquier nuevo avatar, como son los terremotos y maremotos que nos suelen afectar, o nuevas pandemias.

Queda sembrado un temor angustiante. Si la constitución garantiza a todos educación, salud, deportes, vivienda, agua, seguridad social, cuidados, etc. ¿No pasará que un grupo importante de nuestros compatriotas, (como lo son los 600.000 NINIs que actualmente existen en Chile mayores de 15 y menores de 29 que ni estudian ni trabajan) no tendrán ninguna motivación para esforzarse? Si la sobrevivencia está asegurada por el Estado, los que tienen la voluntad de trabajar para alcanzar servicios con mejores estándares de calidad que lo provisto por el Estado deberán trabajar, adicionalmente, el doble para mantener con sus impuestos los gastos de un Estado que crece y crece de manera descomunal para atender a los que se conforman con sobrevivir con los Derechos Sociales Básicos que proveerá el Estado y para financiar mejores servicios.


Mario Astorga De Valenzuela

europapress