La guerra y la paz

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Javier FuenzalidaNo me refiero a la gran novela de León Tolstoi sino a las guerras con que convive la especie humana, una imperfección, no entre individuos, sino que entre naciones y países. La historia así lo registra. Grandes civilizaciones del medio oriente antiguo, la greco-romana, vivieron permanentemente entre guerras y revoluciones que persisten hasta hoy.

Europa occidental, que para algunos es un modelo de civilización hasta el presente, no ha logrado eliminar las guerras entre sus naciones. En el siglo XX, la I y II guerra mundial, los Balcanes 1912-1913, Polonia y URSS 1920, Croacia 1991, Chechenia 1994 y 1999, Bosnia, 1993, Kosovo 1999 y hoy la triste agresión rusa a Ucrania. Medio oriente también ha sido escenarios de guerras como la guerra árabe-israelí 1948, Yom Kipur 1973, las dos guerras del golfo 1990-91 y 2003, Afganistán 2001- 2021. Asia y Oceanía y América han sido la excepción.

Nuestro continente durante el siglo no fue muy pacífico. En el Caribe, las guerras bananeras entre 1894 y 1934 en que USA defendía belicosamente los intereses de sus inversionistas (doctrina Monroe de 1823 y política del Buen Vecino 1930), interviniendo en forma armada en México, Cuba, Nicaragua, Honduras, Panamá, Haití, República Dominicana y Colombia.

Otros países, enfrentaron conflictos bélicos que se originaron principalmente por diferencia fronterizas o de límites como fueron la guerra entre Bolivia y Brasil - guerra del Acre 1899-1903, la separación de Colombia que dio origen a Panamá (1899-1900), Campaña manupiri entre Perú y Bolivia 1910, la del Coto de 1921 entre y Costa Rica y Panamá; guerra entre Perú y Colombia en 1932-33, la del Chaco entre Paraguay y Bolivia en 1932-35, entre Perú y Ecuador en 1941-42, Guerra Cocoron entre Honduras Nicaragua 1957-1960, Guerra México y Guatemala 1958, Cuba y Panamá 1959, Usa y Cuba Bahía Cochinos 1961, Cuba y Venezuela 1961 y 1967, USA y Republica Dominicana en 1965, Conflicto Falso Paquisha entre Perú y Ecuador 1981 Usa y Panamá en 1989-90.

Resuelto los problemas limítrofes a partir de 1990, desde hace 32 años, nuestros países han conseguido convivir pacíficamente. Un logro importante frente a un mundo que no ha cesado de resolver los problemas por medio de las armas.

En ese sentido, es motivo de orgullo para los países del continente el poder vivir en paz, a pesar del subdesarrollo que aún persiste en muchos de ellos, o de los que estamos gozando de un importante estado de avance en el desarrollo económico y social como el nuestro.

Los europeos aun nos consideran un continente de países pintorescos bananeros. No llaman despectivamente de Sudacas, pero no atreven a mirarse al espejo porque repararán que, a pesar de su larga historia y avance cultural en pleno, en este siglo XXI continúan guerreando como lo hicieron desde la antigüedad (civilización greco-romana).

Consecuencias, aún siguen siendo comprensibles las razones por las que ciudadanos europeos continúan emigrando a nuestro continente en busca de un futuro promisorio y vivir en paz, algo que en sus cultos países no logran encontrar a pesar de dos milenios de historia.

Debemos estar orgullosos de nuestra convivencia pacífica aun cuando todavía algunos países de nuestro continente no han conseguido llegar a un desarrollo pleno y otros se encuentran a sus puertas como es el caso nuestro.


Javier Fuenzalida A.

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