​Un marco regulatorio para el desarrollo de proyectos de desalación

Sr. Director,

Actualmente la escasez de agua genera interrogantes y presenta importantes desafíos regulatorios. En ese contexto, durante el último tiempo varias compañías mineras han optado por el desarrollo de plantas desaladoras para abastecer sus faenas. Tal es el caso de Codelco, que en Calama desarrolla una iniciativa que busca suministrar agua a sus faenas en Chuquicamata, Ministro Hales y Radomiro Tomic.

Para proyectos mineros como el de Codelco existen los mecanismos regulatorios que permiten la obtención de las servidumbres y permisos para el transporte del agua desde la planta desaladora hasta la faena. Asimismo, las rentabilidades de la industria minera permiten también la inversión de privados a través de sistemas como el BOOT (Build, Own, Operate and Transfer), un modelo de financiamiento y operación de proyectos bastante usual en la minería. Así el uso de agua desalada ha pasado a ser un requisito fundamental para el desarrollo de una minería sustentable en Chile y además permite la liberación de cursos de agua superficiales para el consumo humano y otras actividades agrícolas e industriales.

Sin perjuicio de lo anterior para el desarrollo de plantas desaladoras multipropósito, que además de la minería permitan el uso del agua para el consumo humano o actividades agrícolas e industriales siguen pendientes algunas definiciones regulatorias debido a que Chile carece de un marco adecuado para el otorgamiento de concesiones para desalación y transporte del agua desalada, afectando el desarrollo de este tipo de proyectos.

Para que iniciativas de plantas desaladoras multipropósito prosperen y se repliquen, debemos mantener y perfeccionar la normativa vigente, lo que requiere por una parte la creación de una infraestructura pública de transporte y bombeo del agua que sea susceptible de ser concesionada a privados a través del sistema de concesiones vigente y por otro lado permitiendo la desafectación del concepto de bien nacional de uso público del agua desalada, lo que daría mayor flexibilidad en el uso del agua para el consumo humano y otras actividades productivas.

Arnaldo Gorziglia, socio del estudio jurídico Arteaga Gorziglia.