De acuerdo a los expertos, comprar una vivienda usada surge como una buena oportunidad en tiempos en que el valor de casas y departamentos ha aumentado notoriamente. Más aún si se considera que los materiales de construcción continúan al alza, lo que hace proyectar un encarecimiento aún mayor de los inmuebles nuevos.
"Cuando se opta por comprar una vivienda usada la mayor ventaja es que se puede negociar de mejor forma el precio. Los valores de publicación no siempre son lo mismo que los de cierre. Por lo general, se pueden conseguir descuentos que van entre un 5% y 10%. Lo recomendable para el comprador es plantear una oferta que le acomode, pero de manera formal, a través de una carta de oferta", explica Sebastián Hudson, Gerente del Área de Desarrollo de Colliers.
De acuerdo al ejecutivo, la carta de oferta establece las condiciones de precio y de plazo para la compra venta del inmueble. También la modalidad de compra: si es con crédito, al contado o con subsidio del Estado. "Una vez que se haya llegado a un acuerdo en el precio y las condiciones, se pasa directamente a una promesa de compra venta. En este documento se fijan las condiciones que existen en la carta de oferta. Es un contrato que se legaliza en una notaría y que compromete a ambas partes a través de una multa en caso de incumplimiento".
El siguiente paso para concretar la venta es realizar el estudio de títulos y tasación. "Estos trámites suelen ser más rápidos en caso de viviendas nuevas. Cuando la propiedad es usada se deben buscar los títulos, y si es muy antigua puede ser más difícil encontrarlos, pero es solo un tema de tiempo", concluye Hudson.