Sr. Director,
A propósito de la salida del auditor interno de Codelco, es importante destacar el rol que desempeña un profesional del área.
A estos, les corresponde asegurar que los controles internos sean los adecuados para mitigar riesgos; hacer eficaces y eficientes los procesos de gobierno, para que los objetivos de la organización se cumplan. Su deber es entregar recomendaciones que mejoren las áreas, en las que se identifiquen oportunidades o deficiencias.
La formación de un auditor parece sencilla. Sin embargo, además de involucrar aspectos teóricos y técnicos, debe considerar un cambio de mentalidad y ética a toda prueba. Un auditor que se enfoca solo en la parte técnica, buscando resultados de corto plazo, es igual a una empresa que se centra solo en la utilidad del año y descuida otros elementos de la organización, como lo es su imagen.
El auditor que no comprende que su foco es el riesgo, y no solo encontrar irregularidades, se expone a un daño de su propia imagen, equipo y la profesión.
Es probable que este caso se mezcle con otros elementos como, por ejemplo, que a los ejecutivos no les haya gustado los resultados de una auditoría en particular. No obstante, el auditor debe enfrentar estas problemáticas, mostrando objetividad y debido cuidado en su trabajo.
El aporte que hacemos como docentes no consiste solo en proveer conocimiento por medio de investigaciones o asesorías, sino que debe estar orientado a fomentar la ética y buenas prácticas que contribuyan al buen desarrollo económico del país.
Miguel Ángel Díaz
Académico Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información
Facultad de Economía y Negocios
Universidad de Chile