La tesis de Friedman

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Enrique Goldfarb (columnista)Pueden estar suscitando algunas dudas las declaraciones de ejecutivos máximos de grandes corporaciones reunidos en una, así llamada, Business Roundtable, donde manifiestan que ya no rige la tesis de Milton Friedman de 1970, de que “la responsabilidad social de las empresas es aumentar las ganancias”. En la ocasión, Friedman agregó que “los que dicen que la responsabilidad social de las firmas es proporcionar empleo, eliminar la discriminación, evitar la contaminación y cosas similares, estarían predicando un socialismo puro y auténtico” (Economía y Negocios WSJ del 28 de agosto).

Fui alumno de Friedman y lector (ávido) de (muchos, muchos) de sus escritos y papers. Recuerdo que, en clase, un alumno tirado para la punta, le hacía preguntas enredadas, las que Friedman pacientemente contestaba. En la última, y ante la esperada respuesta, el estudiante le refutó que su pregunta era “mucho más compleja”, a lo que el profesor, a su vez, le dijo, suave pero firmemente, que lo que le decía era para que pusiera sus “complejidades” en orden, y con un simple gráfico le mostró la respuesta precisa.

Mirado con perspectiva, me parece que los CEOs han seguido las corrientes políticamente correctas, y quizá, más que correctas, del #MeToo, del antimachismo, y otras similares. Ya que independientemente de lo que piensen, si éstos no tienen un buen rendimiento financiero, los accionistas simplemente votarán en contra de él en Junta de Accionistas o vendiendo las acciones de la empresa del CEO (la venta de sus acciones es, en el fondo, la “Junta” del pequeño accionista que no tiene derecho significativo a voz ni voto) , ya sea que ellos hayan sufrido, o no, los efectos de ser un buen samaritano.

Lo cual no significa que las decisiones no deban considerar a los trabajadores o los temas ambientales u otros de esa naturaleza. Ya que si hay una dirección cabeza dura que se maneja torpemente con sus trabajadores, puede terminar en huelgas muy costosas que le reprocharán los accionistas botando sus acciones. O si se embarca en una pelea medio ambiental inconducente que le cueste a la empresa un montón de plata, lo propio. Pero eso no contradice la tesis de Friedman sino que la reafirma, dándole a sus términos una “complejidad” mayor que la que aparenta.

Ahora, supóngase que lo que los accionistas quieren es hacer mucho bien social. Con mayor razón, hay que aumentar las ganancias para hacer posible que los accionistas, a través de mayores dividendos, puedan hacer mayores donaciones. O de otra manera, supóngase que hay dos posibilidades. O puras ganancias o puro bien social. Y adivine cual empresa perdurará en el tiempo. Y con ello se puede incluir las empresas productivas de un gobierno comunista, previendo que el gobierno usa algún método lógico de toma de decisiones económicas, al decir de Schumpeter.

europapress