​BCE pone término a programa de compras de activos, pero mantiene alerta ante riesgos futuros

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El Banco Central Europeo puso fin oficialmente el jueves a su generoso esquema de compra de activos, pero prometió que seguirá alimentando el estímulo en una economía que está lidiando con una inesperada desaceleración y agitación política.

Después de un tiempo anunciando el término del alivio cuantitativo, el BCE no tenía otra opción que detener la compra de bonos. No obstante, precisó que se tomará un tiempo antes de ajustar más la política ante la desaceleración del crecimiento, la amenaza de una guerra comercial, la perspectiva de un Brexit “duro” y tensiones presupuestarias en Italia y Francia.

“Continuar con la confianza e incrementar la cautela”. Fue la frase elegida por el presidente del BCE, Mario Draghi, en su conferencia de prensa para describir la base de la institución para acabar con cuatro años de esquema de alivio cuantitativo por valor de 2,6 billones de euros (2,95 millones de dólares).

Al ser preguntado sobre su opinión acerca de la efectividad del paquete de estímulo a la hora de contribuir a que la zona euro saliera de la crisis financiera de 2007/08, afirmó que durante parte de los cuatro últimos años “fue el único impulsor de su recuperación”.

En un intento de ofrecer garantías a los mercados, el BCE reiteró con anterioridad su promesa de que las tasas de interés se mantendrán en sus actuales niveles mínimos de récord al menos hasta el próximo verano boreal.

“El consejo de gobierno pretende seguir reinvirtiendo, en su totalidad, los principales pagos de los vencimientos de papeles adquiridos en el programa de compra de activos por un período extenso pasada la fecha en que comience a elevar las tasas de interés y en cualquier caso por el tiempo que sea necesario”, dijo el BCE.

Esto significó un cambio respecto a su guía previa, que indicó que las reinversiones continuarían durante un “periodo extendido” tras el fin de las compras de bonos. Draghi indicó que la decisión sobre las reinversiones fue unánime.

Con la decisión del jueves, la tasa del BCE sobre depósitos bancarios a un día, actualmente su principal herramienta para las tasas, permaneció en -0,40 por ciento, mientras que la principal tasa de refinanciamiento, que determina el costo del crédito en la economía, se mantuvo en 0,00 por ciento.

europapress