El Producto Interior Bruto (PIB) creció sólo un 6,0% interanual, lo que supone una nueva pérdida de impulso para la economía tras el crecimiento del 6,2% registrado en el segundo trimestre.
La rebaja se produce sólo dos meses después de que el FMI elevara su pronóstico de crecimiento para China del 6,2% al 6,3%, en parte debido a las perspectivas de un acuerdo comercial con Estados Unidos, que por aquel entonces eran muy prometedoras.
La actividad del gigante asiático se mantuvo estable respecto al cuarto trimestre, ayudada por un fuerte aumento de la producción industrial.
Como parte de los estímulos del Gobierno para reforzar una economía que crece a su ritmo más lento en casi 30 años.
La paridad volvió a perforar el umbral de resistencia de $670 esta mañana, luego que se consignara que el gigante asiático apuntó su peor desempeño económico en tres décadas.
Las empresas locales enfrentan mayores dificultades, informó una publicación del banco central.
El gigante asiático afronta los desafíos relacionados con el comercio y una reforma estructural.
Reguladores del país prometieron medidas específicas para ayudar a aliviar los problemas de financiamiento de las compañías y alentar a los bancos comerciales a aumentar los préstamos a las empresas privadas.
La actividad china se enfrió en momentos en que los esfuerzos de Pekín para hacer frente a los riesgos del endeudamiento y una guerra comercial con Estados Unidos comienzan a pesar.