Frecuentemente nos encontramos con profesionales quienes tienen, a partir de cierta edad “avanzada”, dificultades de encontrar un nuevo empleo, a pesar de una exitosa trayectoria corporativa. Muchos de ellos juegan con la idea de iniciar un emprendimiento. Como alternativa, a veces como sueño postergado, o como reacción al cansancio de “tener jefe”. ¿Es realista?