Las severas medidas para frenar el avance del coronavirus SARS-CoV-2 prácticamente paralizaron al país
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, criticó este lunes e víspera de Noche Buena a la Reserva Federal y describió al banco central como el único problema que tiene la economía de su país.
El Departamento de Comercio entregó su tercera lectura del crecimiento del PIB para el citado cuarto.
Con todo coexiste una fortaleza subyacente en el mercado laboral y la economía en general, apuntó la agencia Reuters.
El alza de tasas, la cuarta de 2018, elevó el rango objetivo para la tasa de referencia de préstamos a un día de la Reserva Federal un cuarto de punto porcentual a un rango de entre un 2,25 por ciento y un 2,50 por ciento. Los inversores habían anticipado ampliamente el movimiento.
El déficit comercial con China, muy sensible políticamente, trepó un 7,1% a un récord de US$43.100 millones en octubre.
Powell ofreció pocas pistas sobre cuánto tiempo más el banco central de Estados Unidos seguirá subiendo las tasas, en momentos de una desaceleración en el exterior y volatilidad en los mercados.
Una corriente vendedora de bonos del Tesoro de Estados Unidos de dos días elevó los rendimientos a máximos de varios años este jueves, porque sólidos datos económicos y discursos agresivos de los funcionarios de la Reserva Federal despertaron preocupaciones sobre la inflación, que afectaron a Wall Street y a las bolsas mundiales.
Los daños potenciales de una política comercial proteccionista de la administración americana son significativos, pero difíciles de evaluar, y por varios motivos. Por lo pronto, una caída del PIB de un 0,5% no es un impacto despreciable, pero tampoco parece una debacle.
Economistas e inversores están a la espera de señales que puedan predecir cuándo llegará a su fin la longeva expansión económica y el mercado alcista bursátil que vive Estados Unidos.
Los integrantes de la Reserva Federal estadounidense se reunirán la próxima semana para analizar las causas de una inflación persistentemente baja, del lento crecimiento de los salarios y de la leva alza de la productividad que han afectado por años a Estados Unidos y a otras economías desarrolladas.
Asimismo subrayó que las perspectivas económicas de EEUU permanecen sólidas, a la vez que le restó importancia a las últimas turbulencias bursátiles.