Para mí, Carlos Peña es el pensador N.º 1 de Chile en estos momentos. Incluso entre otros favoritos que tengo, ninguno se lo iguala, en lo que podríamos llamar, preparación, cultura y capacidad para entender los tiempos que se viven, con la distancia y altura de miras que se merece.
La gran virtud de este magnífico ensayo es que lo hace a uno repensarse a sí mismo. Y lo hace no solamente porque lo dice un gran pensador, como es él, sino porque se lo cuentan los grandes pensadores de la humanidad, los que son traídos a colación como si fueran actores de una obra de teatro.