El BCE propone simplificar las normas bancarias con un rediseño de los colchones de capital

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Archivo - El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos


El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha expresado su respaldo a las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre Simplificación, liderado por el español Luis de Guindos, que plantean cambios en el diseño de los requerimientos de capital de las entidades de crédito, así como aumentar la proporcionalidad de las normas, ampliando a más entidades el régimen que se aplica a las firmas de menor tamaño.



El documento presentado este jueves por el supervisor europeo recoge un total de 17 recomendaciones para simplificar el marco regulatorio, el marco de supervisión y el marco de información. El BCE remitirá estas propuestas a la Comisión Europea, que está preparando un informe sobre la situación general del sistema bancario que se presentará en 2026.



"Estas propuestas tienen por objetivo simplificar el marco, manteniendo la capacidad de resistencia del sistema bancario europeo y asegurando que las autoridades microprudenciales, macroprudenciales y de resolución sigan cumpliendo eficazmente sus objetivos", ha indicado el BCE, que insiste en la importancia de completar la unión bancaria y la unión de ahorros e inversiones para reducir la fragmentación nacional y permitir una mayor eficiencia de los mercados de capitales.



Asimismo, subraya la necesidad de fomentar la armonización y la integración financiera europeas, destacando que la cooperación internacional es fundamental y todas las jurisdicciones deben garantizar una aplicación plena, oportuna y fiel de Basilea III.



En la presentación de las propuestas, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, ha recordado que las recomendaciones requieren una modificación de la legislación de la UE para su implementación, algo más allá del mandato del banco central, por lo que serán consideradas como aportaciones por la Comisión Europea para elaborar su informe sobre la competitividad del sector bancario europeo.



SIMPLIFICAR LOS COLCHONES DE CAPITAL


Entre la batería de recomendaciones planteadas, destaca la propuesta de simplificar el diseño de los requerimientos de capital fusionando los niveles de los colchones existentes en solo dos, "un colchón no liberable y un colchón liberable que las autoridades puedan reducir en períodos de dificultad", así como reduciendo los elementos del marco de la ratio de apalancamiento de cuatro a dos: un requerimiento mínimo del 3% y un colchón único, que podría fijarse en cero para entidades de menor tamaño.



El llamado P2G, la recomendación que actualmente el BCE hace a los bancos sobre el capital extra para afrontar un escenario de crisis, se mantendría separado, además del colchón liberable.



En opinión del banco central de la zona euro, la variedad de elementos de capital vigentes en la UE puede reducir la transparencia y aumentar la incertidumbre, ya que los participantes del mercado se enfrentan a mayores desafíos a la hora de evaluar el marco de capital, el nivel general de requisitos y el margen de capital disponible, mientras que otras jurisdicciones, como el Reino Unido y Estados Unidos, cuentan con menos elementos en comparación con la UE.



En cualquier caso, Guindos ha subrayado que "el objetivo es lograr el mismo nivel de resiliencia de forma más sencilla", asegurando que "no se deben reducir los colchones de capital ni de liquidez".



"No vamos a socavar los requisitos de capital de los bancos europeos", ha afirmado el economista español, para quien esto "es una ventaja" para la UE, que no se vio salpicada por recientes turbulencias bancarias como las de la banca regional de Estados Unidos o Credit Suisse. "Creemos que los niveles de capital no limitan la capacidad de los bancos europeos para prestar a la economía real", ha defendido.



Asimismo, para mejorar la calidad del capital de las entidades de crédito, el Consejo de Gobierno del BCE propone reforzar la capacidad del capital de nivel adicional 1 (AT1) para absorber pérdidas en condiciones operativas normales, lo que sería conforme con el Acuerdo de Basilea y mantendría la resiliencia.



Alternativamente, podrían eliminarse elementos distintos del capital de la estructura de capital en situación de gestión continuada, siempre que el cumplimiento de Basilea y la neutralidad del capital no se vean comprometidos.



PROPORCIONALIDAD


Por otro lado, el Consejo de Gobierno propone "aumentar significativamente la proporcionalidad de las normas bancarias de la UE", ampliando a más entidades el régimen que se aplica actualmente a las entidades de menor tamaño y simplificando las normas aplicables de manera prudente y armonizada.



A este respecto, considera que, si bien la UE decidió aplicar las normas de Basilea a todos los bancos en un esfuerzo por lograr un marco regulatorio unificado, incluyendo diversas disposiciones de proporcionalidad ad hoc, la implementación generalizada de estas reglas podría haber generado una complejidad excesiva y apunta que las normas aplicables a los bancos más pequeños podrían beneficiarse de un enfoque que logre un mejor equilibrio entre la complejidad y la carga regulatoria.



De tal modo, el BCE propone la introducción de un régimen específico y sustancialmente más simple para los bancos más pequeños, sobre la base del marco existente de la UE e introduciendo una proporcionalidad significativamente mayor.



"Lo que decimos muy claramente es que deberíamos tener un marco especial, digamos, más simple para los bancos pequeños", tanto en la estructura de capital como en la supervisión, ha resumido Guindos, subrayando que no se propone algo como lo que se ha implementado en EEUU, que tiene una regulación especial para bancos pequeños y medianos. "Nos referimos a los bancos pequeños", ha insistido, recordando que serán los legisladores, es decir, la Comisión Europea, el Parlamento y el Consejo, los que decidirán "dónde establecer el límite".



Por otro lado, para simplificar el marco macroprudencial, el BCE recomienda la reciprocidad automática de las medidas macroprudenciales, lo que asegura que todas las entidades de crédito que operan en un país en el que se aplica una medida macroprudencial estén sujetas a esa medida.



En cuanto al marco aplicable en caso de inviabilidad, recomienda un mayor alineamiento entre los requisitos de resolución a los que están sujetos todas las entidades con los previstos para las entidades de importancia sistémica mundial (G-SIBs), señalando que debería hacerse sin reducir los componentes de los balances de las entidades que pueden utilizarse para absorber pérdidas y recapitalizar la entidad en caso de que entre en resolución.



Además, para lograr una mayor armonización, recomienda que las normas bancarias de la UE se adopten mediante reglamentos directamente aplicables en lugar de directivas, así como completar el código normativo único y armonizar las normas sobre autorizaciones, gobernanza y operaciones con partes vinculadas, lo que reduciría la complejidad.



TEST DE ESTRÉS


"La prueba de resistencia de solvencia bancaria dirigida por la Autoridad Bancaria Europea (EBA) se ha convertido en un ejercicio complejo que requiere muchos recursos", afirma el BCE, señalando que la demanda de recursos para realizar este ejercicio ha aumentado con el tiempo, tanto para las autoridades como para los bancos.



De este modo, pide simplificar los test de estrés, racionalizando su metodología y alcance y haciendo que sus resultados sean más útiles tanto desde la perspectiva del sistema bancario como de las entidades individuales.



En cuanto a la presentación de información, propone que las autoridades europeas compartan sus datos entre sí de manera más amplia, lo que permitiría a las entidades informar una sola vez, creándose un sistema de información plenamente integrado a escala europea con fines estadísticos, prudenciales y de resolución, lo que podría hacerse, idealmente, a través del Comité Conjunto de Información Bancaria





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