La OCDE confirma su previsión de expansión mundial y a España como la gran economía avanzada que más crece

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MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) - La economía mundial ha mostrado "una resiliencia sorprendente" este año, a pesar de la preocupación por los aranceles y la incertidumbre política, según destaca la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha confirmado sus pronósticos de crecimiento del PIB mundial para este año y el siguiente, con España como la gran economía avanzada que mayor ritmo de expansión registrará en 2025 y 2026.


En concreto, las nuevas previsiones de la OCDE confirman los pronósticos del pasado mes de septiembre, con un crecimiento del PIB mundial del 3,2% este año y del 2,9% en 2026, mientras que el 'think tank' de las economías desarrolladas avanza un ligero repunte de la expansión en 2027, con un 3,1%.


En el caso de las 38 economías que forman parte de la organización internacional, las previsiones apuntan a un crecimiento promedio del PIB del 1,7% este año y el próximo, con un ligero repunte en 2027, cuando la expansión sería del 1,8%.


La última batería de previsiones publicada este año por la OCDE en su informe 'Perspectiva Económica' destaca que la economía mundial ha mostrado una resiliencia sorprendente en 2025, a pesar de la preocupación por la desaceleración causada por el aumento de las barreras comerciales y la considerable incertidumbre política.


En este sentido, la actividad se ha mantenido gracias a la concentración anticipada de la producción y el comercio, la sólida inversión en inteligencia artificial y las políticas fiscales y monetarias favorables.


Sin embargo, la OCDE advierte de que el crecimiento del comercio mundial se moderó en el segundo trimestre de 2025, y se prevé que el aumento de los aranceles se refleje gradualmente en un aumento de los precios, reduciendo el crecimiento del consumo de los hogares y la inversión empresarial.


Al mismo tiempo, si bien los mercados laborales siguen estando relativamente ajustados, se aprecian signos de relajación, ya que las vacantes de empleo han retrocedido a sus niveles de 2019, previos a la pandemia de Covid 19, por lo que se espera que el crecimiento del empleo en la OCDE se debilite con respecto al ritmo de los últimos años, incluyendo una desaceleración en China a medida que el envejecimiento de la población reduzca aún más la oferta laboral.


De tal modo, la OCDE anticipa que, tras aumentar del 5,2% en 2024 al 5,7% en 2026, la tasa media de desempleo en las economías de la organización se mantendrá estable en 2027.


En general, se proyecta que el crecimiento de la fuerza laboral se modere aún más, con el envejecimiento de la población y la moderación de los flujos migratorios en algunas economías, mientras que se prevé que el crecimiento de los salarios nominales continúe disminuyendo en la mayoría de las economías a medida que los mercados laborales se flexibilicen aún más.


De esta manera, junto con una proyección de repunte gradual del crecimiento de la productividad laboral, la moderación de las presiones salariales aliviará el crecimiento del coste laboral unitario y, a su vez, reducirá las presiones inflacionarias. En concreto, la OCDE espera que la inflación en el grupo de países promedie un 4,2% en 2025 y un 3,5% en 2026 para moderarse al 2,8% en 2027.


En tal escenario, recomienda a los bancos centrales mantenerse alerta, continuando con la reducción de las tasas cuando la inflación se mantenga en sus objetivos o esté volviendo a ellos, pero estando preparados para ajustar el rumbo de la política monetaria en caso de nuevas presiones inflacionarias o una debilidad inesperada del mercado laboral, mientras que los reguladores financieros deben garantizar una supervisión eficaz de las entidades financieras no bancarias y los criptoactivos, para garantizar que la innovación financiera no genere riesgos indebidos para la estabilidad.


En cualquier caso, la OCDE advierte de que la perspectiva "sigue siendo frágil" y un nuevo aumento de las barreras comerciales, especialmente en torno a insumos críticos, "podría infligir daños significativos" a las cadenas de suministro y la producción mundial.


PRINCIPALES PREVISIONES.

Entre las principales economías de la OCDE, las nuevas previsiones anticipan un crecimiento de Estados Unidos del 2% este año y del 1,7% en 2026, lo que implica una mejora de dos décimas respecto de las proyecciones de septiembre, mientras que para 2027 avanza una expansión del 1,9%.


En el caso de la zona euro, la organización con sede en París mejora en una décima sus pronósticos anteriores, hasta el 1,3% en 2025 y el 1,2% en 2026, con un repunte para 2027, hasta el 1,4%.


España, cuyas previsiones ya fueron actualizadas la semana pasada, será la gran economía desarrollada con más crecimiento este año y el siguiente, con un 2,9% en 2025 y un 2,2% en 2026, mientras que en 2027 la expansión se moderaría al 1,8%.


Entre las principales economías emergentes, la OCDE ha revisado una décima al alza su pronóstico de crecimiento del PIB de China, hasta el 5% en 2025, mientras que mantiene en el 4,4% la de 2026. De cara a 2027, la organización avanza una expansión del 4,3%.


RIESGO DE PINCHAZO DE LA IA.

Asimismo, en su informe la OCDE se suma a las advertencias respecto de las elevadas valoraciones de los activos basadas en expectativas optimistas sobre la IA, que plantean el riesgo de correcciones de precios potencialmente abruptas al tiempo que las vulnerabilidades fiscales pueden impulsar al alza los rendimientos de la deuda soberana a largo plazo, endureciendo las condiciones financieras y obstaculizando el crecimiento.


En este sentido, subraya que la concentración de inversión en TIC y en las principales empresas tecnológicas, sumada a las elevadas valoraciones, indica un creciente entusiasmo y riesgos al alza si las sustanciales inversiones no generan la rentabilidad esperada


"La revalorización de los mercados bursátiles representa un riesgo clave para la economía y la estabilidad financiera", advierte la OCDE, para la que, si el entusiasmo de los inversores por la IA resultase exagerado, podría ser un factor desencadenante de correcciones de precios que se extenderían más allá de las acciones tecnológicas.


"Cualquier corrección sustancial en los precios de las acciones de IA también tendría un impacto notable en el mercado de valores en general, dada la creciente participación de las principales acciones tecnológicas en la capitalización bursátil y la creciente importancia de los fondos de inversión pasivos indexados", expone, añadiendo el riesgo de amplificación por un desapalancamiento abrupto de los balances, con ventas forzosas de activos para cumplir con los requisitos de margen o los límites de riesgo.


europapress